Mounir Fatmi: «Las obras de arte tienen el poder de evocar emociones y desafiar los discursos dominantes»

Mounir Fatmi (Tánger, 1970) comenzó su carrera en el arte hace varios años en su tierra natal (Marruecos). No sabría especificar su punto de partida ya que siempre le gustó dibujar y pintar desde pequeño dado que era la mejor manera que encontró para comunicar sus inquietudes a los demás. El arte, para él, es un proceso continuo de exploración y cuestionamiento, una búsqueda interminable para dar sentido al mundo actual. «Mi viaje artístico ha sido influenciado por diversas experiencias e influencias, alimentado por mi herencia marroquí, mis viajes y mis encuentros con otros artistas y pensadores. Después de estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Casablanca, fui a Roma y luego a la Rijksakademie de Amsterdam, y desde entonces, nunca he dejado de aprender», explica.

Su exposición Breaking the Silence (Romper el Silencio), hace referencia a la tendencia humana a replicar patrones y comportamientos preexistentes, a menudo sin cuestionarlos. Su trabajo tiene como objetivo interrumpir estos ciclos, romper convenciones y abrir nuevos caminos de reflexión y acción, invitando a salir de la zona de confort intelectual, desafiar las normas establecidas y buscar alternativas emancipadoras.

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La exposición en la galería Baró supone presentar su obra de arte a un público más amplio y entablar un diálogo con los espectadores sobre preguntas profundas. Está diseñado como una experiencia inmersiva donde las instalaciones, vídeos y otras obras interactúan entre sí para crear un todo coherente. Los principales mensajes que pretende transmitir son el cuestionar las creencias y patrones de pensamiento, así como criticar los sistemas de poder y las ideologías que dan forma a nuestras vidas. «Siempre he tratado de ‘sacudir’ nuestros pensamientos y creencias a través de mis propuestas artísticas. La tecnología y las ideologías contemporáneas juegan un papel predominante en nuestra existencia cotidiana, pero es crucial cuestionar su impacto y limitaciones. Mi trabajo tiene como objetivo crear espacios para la reflexión y la conciencia, deconstruir patrones preestablecidos y fomentar el pensamiento crítico e independiente. Creo que las nuevas tecnologías tienen el potencial de generar otras nuevas ideologías, solo hay que observar como la inteligencia artificial ha influido los medios», explica.

Nuevos significados

En la exposición se podrán encontrar materiales como cables de antena, cintas VHS, máquinas de escribir o cubos de Rubik. «Desde el comienzo de mi investigación artística, me han interesado los medios tecnológicos obsoletos e icónicos. Las razones son que en primer lugar, estos objetos evocan una sensación de nostalgia, una memoria colectiva que resuena con nuestra relación con el tiempo y la tecnología. Al integrarlos en mis obras de arte, los recontextualizo dentro de un marco contemporáneo y los impregno de nuevos significados. Además, estos objetos materializan restricciones y rompecabezas, simbolizando los complejos desafíos de nuestra sociedad moderna y contemporánea», añade.

El artista se basa desde siempre en su creencia de que las obras de arte tienen el poder de evocar emociones, provocar debates y desafiar los discursos dominantes. Y así debe ser, ya que el arte es un medio para crear espacios de resistencia y transformación social, contribuyendo a dar forma a un futuro más justo e igualitario.

«Mi fascinación por criticar la ideología, el consumo y el dogma proviene de mi profunda convicción de que estas fuerzas influyen invisiblemente en nuestra realidad cotidiana. Al arrojar luz sobre estos mecanismos, busco crear conciencia y fomentar una perspectiva crítica sobre el mundo que nos rodea. Mi trabajo tiene como objetivo desafiar las normas establecidas, deconstruir los discursos dominantes y revelar las contradicciones inherentes dentro de nuestra sociedad. Es agotador, porque actualmente estamos experimentando una gran aceleración. A veces, siento que nunca tendré suficiente tiempo para completar todos mis proyectos», comenta.

El humor, la ironía y el sarcasmo son herramientas poderosas y recurrentes en su trabajo. Le ayudan a captar la atención del espectador, abren espacios para la reflexión y el cuestionamiento, a la vez que proporcionan una cierta distancia crítica y una manera accesible y atractiva de aproximación ya que pueden actuar como catalizadores para el diálogo y desafiar creencias preconcebidas.

Fatmi ha recibido innumerables premios internacionales, ha hecho multitud de exposiciones por todo el mundo, incluido el Centre Georges Pompidou o el Palais de Tokio de París, el Brooklyn Museum de Nueva York, el Mori Art Museum, de Tokio, el MMOMA de Moscú, la Hayward Gallery del Victoria & Albert Museum, o el Louvre de Abu Dhabi. El artista está felizmente afincado en Sóller. «Instalarme en esta isla cambió por completo mi vida y mi forma de trabajar. Mi conexión con Mallorca es profundamente personal. He tenido la suerte de explorar los paisajes de Mallorca, su cultura y conocer personas inspiradoras. Mallorca es un lugar que me ha permitido recargar, reflexionar y extraer nuevas inspiraciones para mi trabajo artístico. Mantengo una relación especial con este lugar, y estoy agradecido por la oportunidad de presentar mi trabajo aquí. Creo que Mallorca es atractiva para galerías de arte y artistas por muchas razones. En primer lugar, su excepcional entorno natural proporciona un telón de fondo inspirador para la creación artística. Por otro lado, su rica historia cultural y una vibrante escena artística que fomenta los intercambios y las colaboraciones. Además, la presencia de galerías e instituciones de arte de renombre atrae a coleccionistas y entusiastas del arte de todo el mundo, creando un terreno fértil para el desarrollo y la exhibición de nuevas obras. Por último, la apertura mental y la diversidad cultural que caracterizan a Mallorca la convierten en un lugar propicio para la experimentación artística y la exploración de nuevas ideas».

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