El comisario de arte Enrique Juncosa: «Miquel Barceló dialoga con los grandes pintores con la inocencia de un niño»

El escritor y amigo del ‘felanitxer’ publica un libro con 14 ensayos que recogen la trayectoria del artista mallorquín con más proyección internacional y esbozan «su rica personalidad, siempre en ebullición»

Miquel Barceló con un cuadro de la serie 'Grisailles'

Miquel Barceló con un cuadro de la serie 'Grisailles' / Galería Thaddaeus Ropac

Raquel Galán

Raquel Galán

«En un documental sobre el poeta ruso Brodsky, él decía que pensaba en Lorca, Octavio Paz y otros de esta categoría para crear su poesía. Miquel es así, se fija en grandes nombres de la pintura que le gustan, del nivel de Pollock, Manet o Tintoretto, y dialoga con ellos. Lo que le interesa lo hace suyo con su propia personalidad. No hay muchos artistas que lo puedan lograr. Suena ambicioso, aunque le sale de forma natural, con la inocencia de un niño que quiere probar lo que le gusta».

En el libro de ensayos Escritos sobre Miquel Barceló, el comisario de arte y poeta Enrique Juncosa, amigo del felanitxer, muestra esta reflexión a través de una veintena de imágenes comparativas entre los maestros antiguos y la obra del artista mallorquín más universal en la actualidad. Se trata de una breve selección de las que utilizó para una charla en el Museo Reina Sofía y otra con Barceló en la Universidad de la Sorbona, y ahora forma uno de los 14 capítulos de su nuevo libro, que sale a la venta el miércoles.

Los otros apartados son textos destinados originariamente a las exposiciones en museos y galerías comisariadas por Juncosa entre 1994 y 2022. Tras una gran labor de edición con el fin de suprimir repeticiones y que las narraciones se complementen, el volumen es «un mosaico que va avanzando y explicando todas las épocas de Miquel», afirma. Esta especie de retrospectiva en papel abarca casi tres décadas de trayectoria en la que el autor no solo se centra en las pinturas, dibujos, cerámicas y libros ilustrados, ya que también esboza «la rica personalidad de Miquel, siempre en ebullición», en palabras de Juncosa.

Artísticamente, lo que más le atrae es «su originalidad, que ha demostrado a lo largo de los años. Comenzó exponiendo desde muy joven y al principio se le asoció con el neoexpresionismo, pero las modas cambian y él ha seguido trabajando y evolucionando con su estilo particular». El experto destaca además que Barceló es «muy prolífico y continuamente quiere intentar cosas nuevas», lo que está ligado a su forma de ser «desbordante y generosa».

Botticelli y Barceló

Botticelli y Barceló / Raquel Galan Gago

Según especifica su amigo, el reputado artista «es un bon vivant al que le encanta comer, viajar y disfrutar de pequeños placeres. Si hablas con él de una película, un libro, música o lo que sea que le pueda interesar, se entusiasma y quiere conocerlo. Esta actitud se refleja en su obra», señala el comisario de arte, que en 1994 escribió que es «heredera de la poética de lo humilde de Joan Miró».

Continúa siendo así y resalta que los dos grandes pintores vinculados a Mallorca tienen más puntos en común: «Miró también mostraba gran interés por muchos temas, ambos son innovadores usando elementos básicos, tradicionales, y comparten el pragmatismo en el sentido de que aprovechan lo que tienen más cerca». Le sorprende «una singularidad común nada habitual en el arte moderno y contemporáneo: El mundo rural es muy importante para los dos y lo reflejan en sus obras, algo que en absoluto se produce en el arte actual anglosajón, que es sobre todo urbano».

El paso del tiempo

En varios de los ensayos Juncosa escribe sobre «el paso inexorable del tiempo» que se observa en las creaciones de Barceló. «Es una constante desde sus comienzos, como la serie Cadaverina 15, en la que había cajas con alimentos pudriéndose. Eran una especie de cuadros vivientes, ya que Miquel concibe su obra como algo vivo», explica. Otros ejemplos son sus autorretratos, a los que dedica un capítulo; la inclusión de ceniza o grapas para que afecten al lienzo con los años; la vánitas Cráneo con cerillas o la escultura Tótem, que se asemeja a ruinas antiguas, como enumera mostrando fotos que aparecen en el libro.

Enrique Juncosa junto a sa Riera

Enrique Juncosa junto al torrente de sa Riera / GUILLEM BOSCH

Otro tema recurrente es el mar, «por el simple motivo de que lo tiene cerca y le encanta», y con él ha experimentado técnicas tan singulares como cuando «en 1988 dibujó en Palermo varios pulpos lanzando con fuerza sobre distintos papeles un pulpo empapado en su propia tinta» o cuando en 2001 y 2002 «colgó los lienzos boca abajo y les aplicó capas de pintura muy densa. La fuerza de la gravedad, con la pintura húmeda, provocó la formación de estalactitas», tal como cuenta el autor en el capítulo titulado Transfiguración del azul.

En otros habla de la introducción del color blanco en la creación, la importancia del relieve, que «parece que la materia se sale del cuadro», y muchos más aspectos de su obra, a la que Juncosa se acerca «con la distancia de un crítico de arte de la escuela anglosajona». Lo dice en referencia a «un estilo directo, descriptivo y que contextualiza, aunque deja que el espectador le dé su propio significado»; frente a la escuela continental –la francesa y española–, que le parece «pretenciosa y rebuscada». El capítulo Una conversación es una charla sobre los dibujos que hizo en África en 2004 y en Diccionario veneciano describe 36 palabras clave en la vida del artista.

Alejado por completo de las efímeras modas, Miquel Barceló expone en algunos de los mejores museos del mundo, la última vez en el Louvre en octubre de 2022, donde su Grisaille à l’espadon se codeaba con Naturaleza muerta del zapato viejo, de su admirado Joan Miró, uno de los grandes maestros con los que dialoga con la inocencia de un niño.

'Grisailles', en portada

La portada de Escritos sobre Miquel Barceló es una de las obras de la serie Grisailles, que pintó durante el confinamiento. La treintena de cuadros de gran formato fueron expuestos en la galería Thaddaeus Ropac y para Enrique Juncosa y otros expertos, «es de las mejores series que ha hecho nunca. Son cuadros fabulosos».

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