Casi 6.000 fotos históricas de Astilleros de Mallorca llegan al Arxiu del So i la Imatge

Casi 6.000 fotografías en blanco y negro y en color de la historia de Astilleros de Mallorca y las dos empresas que le precedieron se pueden ver y estudiar a partir de ahora en el Arxiu del So i de la Imatge. Los investigadores y los interesados en la construcción naval tienen a su disposición un preciado fondo documental tras la cesión realizada este lunes por parte del responsable de la instalación náutica, Diego Colón de Carvajal, a la consellera de Patrimonio del Consell, Bel Busquets.

El valioso legado que muestra la evolución del sector durante los últimos 80 años «será catalogado y cuidado» por el Arxiu la próxima década, aunque la cesión es prorrogable. La finalidad es que la historia de Astilleros de Mallorca «no solo la conozcan los pocos que hemos tenido acceso a las cajas donde estaban guardados todos estos negativos y fotos, sino que sea de conocimiento y uso público», dijo Colón de Carvajal.

Detalló que las 4.525 imágenes positivadas y los 1.246 negativos reflejan tanto el aspecto técnico como la parte humana, es decir, «el desarrollo y la vida de la industria naval», ambos acompañados en paralelo por el desarrollo de Palma. Puso como ejemplo que «el primer astillero en la cantera (de El Terreno) era una ubicación que acabó constreñida debido al progreso de la ciudad cuando se desarrolló el paseo Marítimo». Antes de su traslado al contramuelle, tenía un puente giratorio que permitía el paso de vehículos por el Marítimo a la vez que daba acceso a la Bahía a los barcos de nueva construcción.

Construcción naval

En cuanto a la construcción naval, «primero fueron los barcos de madera, los remachados, después los unidos con soldadura, el comienzo de la náutica de recreo, los yates, etc.», enumeró. Respecto a la vertiente social y emocional, explicó que hay imágenes de los trabajadores y sus familias, ya que no solo los personajes públicos acudían a las botaduras, destacó.

El responsable de Astilleros de Mallorca contó como anécdota que cuando él llegó, en 1981, se estaba construyendo «un barco icónico, el Esperanza del Mar», un portacontenedores que en el último momento se convirtió en un buque-hospital y estuvo casi 40 años de apoyo a la flota pesquera. «Cada barco tiene detrás su propia historia», concluyó.