El siglo de Richard Avedon

Se cumplen cien años del nacimiento del retratista de la moda y el glamour

Audrey Hepburn.

Audrey Hepburn. / RICHARD AVEDON

Francisco R. Pastoriza

Durante la Segunda Guerra Mundial Richard Avedon fue movilizado por la Armada americana. Gracias a sus conocimientos de fotografía se le destinó al estudio en el que se hacían los retratos de identificación para las fichas de los marines en Sheeps Bay, Brooklin. Se había aficionado a hacer fotos desde que su padre le regalara una Rolleiflex con la que hizo un retrato del músico ruso exiliado Serguéi Rajmaninov, vecino y amigo de sus abuelos, que consiguió publicar. Después de la guerra ya tuvo claro que se iba a dedicar a la fotografía. El retrato fue uno de los grandes géneros a los que dedicó su actividad. El otro fue la fotografía de moda. El 15 de mayo se cumplen cien años de su nacimiento en la ciudad de Nueva York en 1923.

Hijo de una familia de inmigrantes judíos rusos, en sus retratos, siempre con fondo blanco para potenciar la expresividad y la energía de los rostros y el lenguaje corporal de las figuras, Avedon trató también de captar la psicología de sus modelos jugando con una triple mirada: la de los personajes, la del fotógrafo y la del espectador. Para construir su mundo de imágenes Avedon ha confesado las influencias del existencialismo de Camus, la dramaturgia de Beckett el cine de Antonioni. A finales de los sesenta inauguró un estilo de retratos con murales de gran formato (hasta de 10 metros de largo) de personajes conocidos de la cultura norteamericana como Andy Warhol, Allen Ginsberg o Los Siete de Chicago. Estos murales los donó en 2002 al Metropolitan de Nueva York. La revista Rolling Stone le encargó la serie The Family, con retratos de personajes de la élite social. Los de Bertrand Russell, Beckett, Marilyn Monroe, Marlene Dietrich, Brigitte Bardot, Francis Bacon, Borges, Charles Chaplin, Sofía Loren, Dustin Hoffman en una cama con Anne Bancroft durante el rodaje de “El graduado”… son algunos de los más conocidos. Uno de los más polémicos fue el de Dick Hickock, uno de los asesinos de “A sangre fría” de Truman Capote, en compañía de su padre antes de ser ejecutado. Capote había escrito los textos para su fotolibro “Observaciones”. También retrató a los Beatles para la revista Look e hizo portadas de discos de Johnny Winter y Simon y Garfunkel.

Después de un amplio trabajo en el género del retrato, reflejado en sus obras Performance y Los retratos del poder, comenzó a dedicarse simultáneamente a la fotografía de moda después de un viaje a París, donde se introdujo en la Alta Costura francesa. Con la serie Dovima y los elefantes, una de sus fotos más icónicas, se hizo famoso en este campo. La revista Vogue le contrató entonces por un millón de dólares al año, una cifra insólita en los 60.

El mundo de la moda acogió de manera efusiva las fotografías de Richard Avedon, llenas de frescura y naturalidad. Sacó a las modelos del estudio y las situó en contextos exóticos y sensuales, en calles de grandes ciudades y en lugares espectaculares como circos y aeropuertos, creando una insólita puesta en escena que sirvió de referencia a varias generaciones de fotógrafos. Además hizo que las modelos actuaran de forma natural, lejos de poses encorsetadas. Las convirtió en las nuevas estrellas, y los nombres de Twiggy, Jean Shrimpton, Lauren Hutton, Veruschka o Nastassja Kinski se hicieron tan populares como las actrices de cine y las cantantes pop. En Gianni Versace by Richard Avedon, de 1988, rindió homenaje al diseñador que más confió en su trabajo. El 6 de noviembre de 1995 The New Yorker publicó el que sería su último reportaje dedicado al mundo de la moda, In Memory of the Late Mr. and Mrs. Comfort, en forma de fábula interpretada por la modelo alemana Nadja Auermann en compañía de un esqueleto que hacía las veces de maniquí. Secundado por la fotógrafa Doon Arbus (hija de Diane Arbus), el ambiente de terror y muerte que imprimió a esta serie pretendía reafirmar su crítica a la sociedad de consumo. En 2009 el International Center Photography de Nueva York organizó la muestra Avedon Fashion 1944-2000, que reunió una gran parte de sus trabajos en el género.

Natassja Kinski.

Natassja Kinski. / RICHARD AVEDON

Una faceta poco conocida de Avedon es su fotografía social, como la reunida en la serie In the American West, 752 retratos tomados entre 1979 y 1984 en 17 Estados de la Unión por encargo del Museo Amon Carter de Fort Worth (Texas), retratos en blanco y negro de los más desfavorecidos: mineros, parados, vagabundos, trabajadores de los ranchos, camareras, ladrones, reclusos, enfermos mentales, empleados de atracciones de feria… habitantes del Oeste que había dejado de ser una tierra de promisión. Sus rostros reflejan la lucha por la supervivencia de los miserables de la Tierra. Cada retrato se acompaña del nombre, el oficio del retratado, el lugar, la edad y la fecha. En 1989 volvió al género con un reportaje sobre la reunificación de Alemania, en el que reflejó un panorama de miedo y confusión que contrastaba con el de alegría que mostraban otros fotoperiodistas.

Avedon fue un artista comprometido con el Movimiento por los Derechos Civiles y contra la Guerra de Vietnam (su fotografía de la Mission Council es de las mejores), siendo detenido en varias ocasiones después de haber participado en las manifestaciones que retrataba asiduamente.

Murió en 2004 en un hospital de San Antonio (Tejas) a los 81 años, víctima de un derrame cerebral, mientras trabajaba en la serie On Democracy para la revista The New Yorker.

Entre sus libros destacan también “Nothing personal” (1964), según una idea del escritor James Baldwin, “Diario del siglo” (1970) y “Autobiography” (1993). Su ayudante Gideon Lewin publicó recientemente “Avedon behind the scenes (1964-1980)” con imágenes que recogen momentos y métodos de trabajo del artista. Sus fotografías se han expuesto en museos de todo el mundo. Una de sus colaboradoras, Norma Stevens, dirige la Fundación Richard Avedon.

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