Bruce Springsteen y Mallorca: Tres visitas y dos conciertos en Son Moix y el Auditorium que no pudieron ser

Fans mallorquines del cantante de New Jersey rememoran su anecdotario antes de tomar Barcelona con motivo de las actuaciones de esta noche y del domingo, uno de ellos ha presenciado 41 shows en todo el mundo

Bruce Springsteen en el Moll Vell de Palma en el verano de 2013

Bruce Springsteen en el Moll Vell de Palma en el verano de 2013 / Germán Murua

Miguel Vicens

Miguel Vicens

Desembarco mallorquín en Barcelona para vivir en directo los conciertos de esta noche y el domingo en el Estadi Olímpic. Han pasado 42 años de la primera actuación de Bruce Springsteen en la Ciudad Condal. Sin embargo, 21 conciertos después de aquella primera cita en el viejo Palau d’Esports de Montjuïc, sigue sucediendo lo inexplicable entre los fans del artista, que acuden con la misma fascinación por ser testigos, una vez más, de la gran ceremonia pagana que oficia el rockero de New Jersey, pese a sus 73 años y pese a que sus seguidores también han ido envejeciendo con él y pintando canas

La leyenda de sus directos, una fiesta coral de la desmesura con Springsteen como sumo sacerdote del ritmo y el tono, se forjó en los conciertos americanos del 1978 a 1982. Y su descripción canónica la firmó Jon Landau en The Real Paper antes de convertirse en manager productor del artista. "El jueves pasado, en el Harvard Square Theatre, vi pasar ante mis ojos el pasado del rock and roll. Y vi algo más: vi el futuro del rock and roll y su nombre es Bruce Springsteen. Y en una noche en la que necesitaba sentirme rabiosamente joven, viví la ilusión de estar escuchando música por primera vez".

Esteban Peña junto al primer local de Asbury Park donde Springsteen ensayó con la E Street Band en la década de los setenta

Esteban Peña junto al primer local de Asbury Park donde Springsteen ensayó con la E Street Band en la década de los setenta / Esteban Peña

Palabra de fan

Para el mallorquín Esteban Peña, los conciertos de Springsteen en Barcelona de este fin de semana cerrarán un círculo. "Hace 30 años asistí a mí primer concierto con mi padre. Y el domingo lo haré con mis dos hijas, Carlota y Martina". Entre esos dos momentos ha disfrutado de 41 actuaciones, en Barcelona, Badalona, Madrid, Zaragoza, Gijón, Sevilla y Santiago de Compostela, "pero también -añade- en diferentes escenarios de Italia y Francia, en el Madison Square Garden de Nueva York durante cinco noches seguidas y también en Asbury Park (New Jersey) en la primera fila de un local del tamaño de Es Gremi", relata. 

Peña ha vivido casi todas las giras del artista, los años en que los fans mallorquines hacían largas colas de madrugada para comprar las entradas en la tienda Tipo, en la calle Reina Maria Cristina de Palma, en Oh Discos y en Xocolat. Y también los tiempos actuales, de venta de entradas por internet a modo de gran subasta global.

"En 1999, con tres amigos, asistí a los conciertos del Madison Square Garden, en Nueva York", relata Peña. "No teníamos entrada para el show inaugural, pero nos aventuramos con la reventa por la ilusión del momento. Pagamos 150 euros de entonces por cada entrada. Y efectivamente, nos estafaron con tiqués falsos. Tras recibir el dinero, los vendedores echaron a correr", explica. "La escena fue presenciada por personal del recinto y de la organización y nos llevaron a los tres a dependencias separadas para interrogarnos", detalla. "Creíamos que nos hacían responsables de la estafa y estábamos muertos de miedo. Pero para nuestra sorpresa todas las preguntas eran sobre la biografía y la discografía de Bruce. Y sabíamos la respuesta", rememora. "Nos dieron una entrada a cada uno y nos dijeron:Cuando en el futuro recordéis este momento que no habíais imaginado, pensad que esto es América, no la estafa. Y nos sentaron en primera fila, en localidades de familiares. Entre nosotros estaba el actor James Galdolfini, Tony Soprano en la serie de HBO".

Bruce Springsteen en la playa de Portals Vells en agosto de 2013

Bruce Springsteen en la playa de Portals Vells en agosto de 2013 / Víctor Fernández y Patricia Picó

Víctor Fernández y Patricia Picó también estarán el domingo en el concierto de Springsteen, su cuarta experiencia en directo. La última también fue en Barcelona en 2016, compartida con sus hijos, entonces de 4 y 6 años, con el pequeño durmiéndose a las dos horas de actuación. Además, en una estancia en Nueva York, vieron entrar al cantante al teatro Walter Kerr de Broadway donde ofreció un espectáculo acústico entre 2017 y 2018 e incluso cruzó unas palabras con ellos, aconsejándoles que protegieran a los niños del intenso frío.

Sin embargo, la primera vez que se cruzaron con el cantante fue en la playa de Portals Vells. "Ocurrió el 10 de agosto de 2013. Estábamos sobre la arena. Y de pronto pasó a nuestro lado. ¿Ese no es Bruce?, le dije a Víctor. Mi marido se sorprendió e intentó seguirlo y conversar con él, que se hacía el despistado, hasta que le preguntó si realmente era Bruce Springsteen. Entonces le devolvió la sonrisa y se alejó sobre el mar en un pádel surf", narra Patricia Picó.

El yate Rising Sun, de 136 metros de eslora, fondeado en sa Calobra en el año 2013, con Bruce Springsteen a bordo

El yate Rising Sun, de 136 metros de eslora, fondeado en sa Calobra en el año 2013, con Bruce Springsteen a bordo / Miguel Vicens

Tres visitas a Mallorca, un pañuelo y un restaurante sin mesa para Bruce

Era la segunda vez que Springsteen visitaba Mallorca. La primera fue en 1988 con Tom Hanks y Steven Spielberg, con una parada en el hotel La Residencia de Deià. Y en 2013 viajó con su esposa, Patti Scialfa, y se alojó en el yate Rising Sun del productor David Geffen, con un recorrido por el litoral de la Serra de Tramuntana, de sa Calobra a sa Foradada, y una visita al centro de Palma, donde paró en la tienda Piluca Osaba y donde compró el pañuelo rojo que después vistió al cuello en la gira sudamericana de aquel mismo año. Y finalmente regresó en 2014, también con su esposa y también a bordo del Rising Sun, con una parada en el restaurante de sa Foradada que en el verano anterior le puso el cartel de completo.

Springsteen deseaba actuar en Mallorca y hubo dos oportunidades reales que se frustraron en el último momento, narra Toni Rubio, el promotor que estuvo detrás de aquellos intentos. En 1999, en el recién estrenado estadio de Son Moix, coincidiendo con la gira en la que el cantante volvió a tocar con la E Street Band. Y en el Auditorium de Palma en 2005 en la gira acústica del álbum Devils & Dust.

Los conciertos en Palma que se frustraron en el último momento

«En la primera ocasión se frustró porque desde el Ayuntamieno se nos decía que estadio no estaba del todavía preparado para un show de esas dimensiones. Y en el segundo intento, en el que le llegamos a enviar un dossier de 300 páginas con toda la historia del Auditorium también se descartó en el último instante», recuerda.

Toni Rubio explica que para una gira como la que pasa por Barcelona Mallorca no está preparada. "El primer problema es el recinto. Se necesita un estadio con un mínimo de 60.000 localidades y con mucha grada porque el público del cantante norteamericano ya no es precisamente adolescente. Y en segundo lugar por las dimensiones del montaje, que se traslada de una localidad a otra en más de medio centenar de tráilers, imposibles de alojar en un solo barco", precisa.

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