Día del Libro en Mallorca: Los lectores abarrotan el centro de Palma

El Sant Jordi más estival de los últimos años llena la ciudad de paseantes con ejemplares y rosas

Raquel Galán

Raquel Galán

La ola de «calor extremo» que anuncian a partir de hoy empezó a vislumbrarse en el Sant Jordi más estival de los últimos años, con los lectores abarrotando las calles y plazas del centro porque «ya habrá tiempo para cansarnos de la playa», en palabras de una habitual del Día del Libro, María Gómez. «De todos modos, no es incompatible», especificó, ya que quizá algunos compradores de la mañana leyeron sus relucientes ejemplares por la tarde junto al mar. La cita más importante del año para los libreros fue ayer un éxito absoluto, como se podía ver por el gentío que portaba bolsas de papel y tela con los logotipos de los establecimientos y según confirmó el Gremi de Llibreters, que hizo un balance muy positivo de la jornada literaria.

Las floristerías de la Rambla también triunfaron tras decidir abrir todas este domingo para acompañar a los diez puestos de libros que se trasladaron a la vía arbolada debido a las obras de la plaza de España. La mayoría de los lectores-paseantes se querían sumar a la tradición de adquirir una rosa para regalarla con uno o más ejemplares, por lo que había cola en los locales de flores, sobre todo al mediodía. A esas horas no cabía un alfiler en la Rambla ni en la también peatonal Sant Miquel, aunque la animación cultural se ramificaba por todo el centro de Palma. La oleada de residentes con ganas de títulos se extendía hacia la plaza Major, donde el sol caía a plomo sobre tapas duras y blandas de todo tipo de géneros y autores, y continuaba por Cort y el paseo del Born. Allí había un único puesto, el de La librera del Savoy, pero estaba de bote en bote y muy bien acompañado con la animación musical del concierto de Pep Suasi.

«Es el mejor día del año». Esta frase no pertenece a un librero ni a un solo habitual de Sant Jordi, sino a dos de los consultados por sus compras literarias, pero tal vez lo piensan más apasionados del Día del Libro. Carlo Bertrán, que acude todos los años, la dijo tras adquirir varios ejemplares sobre Historia local y ensayo, además de una rosa que se regaló a sí mismo. Su acompañante, Josep Martínez, historiador como él, se compró diversos títulos de esta materia y ensayos de Política para «ampliar conocimientos», tal como contó antes de dirigirse ambos a Cort. En la plaza Major estaba otro de los entusiastas del «mejor día del año, sin duda. Es que soy muy fan de Sant Jordi», argumentó Antoni Gayà tras adquirir el último libro de Pere Antoni Pons y continuar el paseo para comprar más.

Antònia Jofre, a quien también le encanta y participa siempre que puede, se llevó la nueva novela de la exitosa Kate Morton, De vuelta a casa, mientras que Margalida Torrens se decantó por las sagas y escogió El ángel de la ciudad, de la Premio Planeta Eva García Sáenz de Urturi, y Bruma Roja, de Lucía G. Sobrado. A Miquel Jaume le gustan más los cómics y en su bolsa tenía El pasadizo.

Entre los niños consultados, Borja Martínez Fernández eligió uno de los títulos de Mikecrack porque «es entretenido», afirmó quien ya ha leído más ejemplares del youtuber. La pequeña Isabela, de cuatro años, escogió Sopa de ratón y el didáctico El teu cos és teu; y su hermanito Zack optó por libros de tractores y máquinas. Para María Bosch, de siete años, Viatge al món de n’Aina tenía un aliciente añadido, la firma de su autora, Aina Zuazaga, que estuvo en una de las numerosas mesas de escritores que, incansables, se volcaron con los miles de lectores del exitoso Sant Jordi.