Sebastià Portell entra en la vida y obras de siete autores a través de sus casas en Mallorca

El libro ‘Paradisos suportables’ se acerca a Joan Alcover, Antònia Vicens, Llorenç Villalonga, Maria Antònia Salvà, Robert Graves, Blai Bonet y George Sand

Can Sabater, visto desde el jardín, la casa de Llorenç Villalonga. |

Can Sabater, visto desde el jardín, la casa de Llorenç Villalonga. | / LAURA ROSSELLÓ

Redacción

«Quería que fuera un retrato de una Mallorca y un tiempo a través de su literatura y sus espacios». Así define Sebastià Portell su último libro, Paradisos suportables, publicado por Viena Edicions, con el que recorre las casas y la vida de siete escritores de la isla o muy relacionados con ella. El próximo día 29 de abril lo presentará en Binissalem, en la Casa de Llorenç Villalonga, una de las que visita y explica al lector con esta nueva publicación.

Portell nos muestra las casas en las que han vivido Antònia Vicens, Joan Alcover, Llorenç Villalonga, Maria Antònia Salvà, Robert Graves, Blai Bonet y también la celda de la Cartoixa de Valldemossa donde estuvo George Sand. La visita a estos espacios es solo la excusa para sumergirse en la vida y obra de estos escritores. El título también tiene su explicación. «Si puedes soportarlo, Mallorca es el paraíso», le dijo la poeta Gertrude Stein a Robert Graves cuando este buscaba un lugar de retiro, que acabó siendo Deià.

Sebastià Portell entra en la vida y obras de siete autores a través de sus casas | DM

Sebastià Portell. / DM

A Portell le llegó este libro por encargo y dice que fue un «privilegio», ya que le había dado vueltas a escribir algo así en muchas ocasiones. «Siempre que vuelvo a Mallorca, y siempre que puedo, voy a visitar espacios de este tipo, porque me han llamado la atención», confiesa el escritor.

Sebastià Portell entra en la vida y obras de siete autores a través de sus casas

Sebastià Portell entra en la vida y obras de siete autores a través de sus casas / redacción. palma

En Paradisos suportables, la descripción de los espacios y la aproximación a los autores que los habitaron se complementan con unas fotografías realizadas por Laura Rosselló. La fotógrafa partía de lo escrito por Portell. En algunos casos visitaron juntos las casas, en otros, por separado. «Es una fotografía ilustrativa muy artística y de carácter íntimo, que pretendía resaltar detalles, remarcar rincones y dar visiones que incluso al visitante de cada espacio le pueden pasar desapercibidas», comenta el autor.

Pero, esas casas de escritores ¿transmiten algo especial o nuestra mirada estará sugestionada por saber quien las habitó? «Es inevitable que las miremos con unos ojos relativamente románticos. Lo he intentado evitar, aunque seguro que hay una parte de esto… Me he querido centrar en la descripción más palpable de estos lugares y encarar la descripción a las posibles trazas que estos lugares han dejado en los libros de los autores, en sus poemas, obras de narrativa o en los papeles memorialísticos que han dejado», responde Portell.

«Un caso claro de esto es George Sand en la Cartoixa de Valldemossa, donde no vivió, sino que estuvo unos meses y de allí salió su célebre Un invierno en Mallorca, que es la puerta de entrada perfecta a su espacio», añade el escritor, que el año pasado publicó Les altures.

El listado de los siete autores lo definió de manera intuitiva y según las casas disponibles para visitar o las que creía que debían figurar aunque no fueran visitables, como la de Salvà o Vicens, que debían estar en el libro porque «las dos son autoras clásicas de nuestras letras».

Sebastià Portell entra en la vida y obras de siete autores a través de sus casas | LAURA ROSSELLÓ

Imagen del capítulo dedicado a Maria Antònia Salvà. / LAURA ROSSELLÓ

Paradisos suportables también puede ser otra manera de leer lo que se escribía en la isla, insiste Portell. «De alguna manera, repasar la vida de los autores nos permite ver qué latido había en la literatura hecha en Mallorca durante todos estos años: el romanticismo de George Sand, la Escola Mallorquina con Joan Alcover y Maria Antònia Salvà, nos sumergimos en la narrativa del siglo XX con Llorenç Villalonga, Blai Bonet y Antònia Vicens… Es un viaje relativamente natural, orgánico y que también permite mirar en perspectiva todas estas casas, estas trayectorias y no solo individualmente, sino elaborando una línea que las une, que sobre todo es la línea temporal, pero también la línea de diferentes corrientes y estilos literarios», ahonda el escritor.

«Ha habido espacios que no he podido visitar, como la casa de Maria Antònia Salvà en Llucmajor, la Llapassa, porque ahora mismo no está en manos de la familia, pero sí hay textos personales de la autora, en su libro de memorias, Entre el record i l’anyorança, que han sido perfectos para recrear este espacio, incluso mejor que si yo mismo lo hubiera visto con mis propios ojos», apunta.

Tampoco se puede visitar la casa que habita Antònia Vicens. O una de las varias en las que ha vivido. Este capítulo, dice Portell, fue el que más le costó escribir. «Su trayectoria vital se puede resumir como un éxodo, un traslado constante, que de alguna manera traspasa a su obra», aclara el autor del libro.

«Una casa dice muchas cosas de las personas que viven en ella, nos habla de clases sociales, de formas de vida, de cómo una persona y su familia se organizan para vivir, nos hablan de extranjería, de refugios, de templos casi…», analiza Portell sobre este trabajo.

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