Día Mundial de la Poesía en Mallorca: Degustación poética en el mercado del Olivar

«Cada día es el día de la poesía porque está en todas partes, hay mucha y de calidad: en la música que escucha la gente, las batallas de gallos en Ses Voltes o las rimas de jóvenes en cualquier plaza», destaca el trovador Pere Perelló Nomdedéu, que en la fecha oficial para celebrar esta manifestación artística, el inicio de la Primavera, recitó una docena de poemas en el exterior del mercado del Olivar.

Lo hizo poco antes del mediodía, por lo que el trasiego de clientes, carrito en ristre, era constante y varios se detuvieron en la entrada de la pescadería para escuchar sus versos inéditos. Se encargó de «florecer el lenguaje» con temas tan importantes y actuales como la inmigración (La vida nua), la muerte en soledad (Crònica rasa d’una mort a l’entresol), el 8-M y la violencia machista (Poema en rosa i negre), el alquiler (Poema de lloguer) y la masificación turística reflejada «en cuatro tiempos» en los versos de Mallorca.

Precisamente mientras eran recitados, un grupo de cruceristas seguía a un guía por la plaza del Olivar y poco después un hombre semidesnudo con auriculares para escuchar música se puso a bailar break dance enfrente de las terrazas llenas de turistas.

La idea de esta primera actividad a raíz del Día Mundial de la Poesía era sacar los poemas a la calle para que conviviesen con la ciudad y así ocurrió, no solo por el trajín de transeúntes, sino porque un dúo de músicos callejeros colocados en un espacio próximo al recital interpretaron varias canciones que parecían la introducción y conclusión de los versos. Cuando terminó Perelló, el guitarrista y el clarinetista pusieron el broche con Hijo de la luna, de Mecano, otro auténtico poema.

Siguientes citas

La siguiente cita fue en el zaguán de la sede consistorial, donde las lecturas poéticas tuvieron menos asistentes espontáneos que en el mercado del Olivar. Corrieron a cargo de Odile Arqué, Meritxell Cucurella-Jorba y Eduard Escoffet con la inestimable presentación del impulsor de este día especial, que da el sus de salida a la XXV edición del Festival de Poesia de la Mediterrània. Unas horas antes, Biel Mesquida leyó en este lugar el manifiesto de la efeméride, que se celebra desde 1999, cuando la conferencia general de la Unesco la proclamó con el objetivo de conmemorar «una de las formas más preciadas de la expresión y la identidad lingüística de la humanidad», como señaló.

Resaltó «el papel de la poesía como medio para satisfacer las necesidades estéticas del mundo actual», ya que se trata de «una de las manifestaciones artísticas más elevadas del espíritu humano». Por ello Biel Mesquida animó a cumplir casi un decálogo con los siguientes nueve puntos: 1. Apoyar la poesía comprando libros, tanto de poetas jóvenes como de poetas clásicos; 2. Invitar a los amigos a recitar poesía, de cualquier clase y estilo; 3. Aprender poemas, refranes, glosas y adivinanzas de la cultura catalana y descubrir también de otras culturas para amenizar los encuentros; 4. Luchar contra la idea de poesía como algo anticuado y aburrido; 5. Animar a los niños a leer y escribir poemas y, sobre todo, recitarlos; 6. Despertar al poeta que hay en cada lector; 7. Apoyar la presencia de la poesía en radios, revistas, diarios y películas; 8. Fomentar la tradición oral de los recitales poéticos; y 9. Promover el diálogo de la poesía con las otras manifestaciones artísticas.

Se cumplieron algunos de los puntos con las actividades que se desarrollaron en Mallorca. En Palma también hubo un recital de la poeta Ruth Miguel, en el Casal Solleric; y un homenaje en Can Alcover, la sede de la OCB (Obra Cultural Balear), a la reconocida autora Antonina Canyelles con la lectura de poemas por parte de una decena de trovadoras: Noèlia Díaz, Àngels Cardona, Jèssica y Aina Ferrer, Glòria Julià, Maria Victòria Secall, Aina Riera, Laura Torres y Apolònia Serra, así como la propia homenajeada. Además, la biblioteca pública Can Sales lo celebró con otra puesta en escena poética y, en Manacor, el poeta Ponç Pons fue el encargado de leer el tradicional manifiesto.

Centenario de Vidal Alcover

En la localidad del Llevant nació hace un siglo el poeta Jaume Vidal Alcover. Pere Perelló Nomdedéu y Biel Mesquida le rindieron un pequeño homenaje leyendo dos de sus poemas, Alegria, de L’hora verda, y uno de Sonets a Eurídice, respectivamente. Algunos de sus textos «fueron censurados por el franquismo porque era poesía erótico-pornográfica», denunció Mesquida, quien recordó en su manifiesto que Vidal Alcover dejó como legado una «vasta, proteica, multiforme y polifacética obra que nos muestra la necesidad que tenía de expresarse en campos tan diversos como la narración, la dramaturgia, el ensayo, la historia de la literatura y la traducción». En el ámbito poético, «combinaba el modo lyrico y el modo didactico», destacó, como se verá reflejado en el libro Poesia Completa, que se publicará por su centenario.