Málaga se viste por fin de rojo pasión

Desde el tremendo año 2021, cuando el Festival de Málaga tuvo que posponer su edición por las exigencias de la COVID-19, había mantenido su alfombra roja para no perder la costumbre, pero no era lo mismo: en el Gran Hotel Miramar, sin público, sólo para medios... Se perdía una de las grandes características de la cita con el cine en español, imitada después por otras citas: la cercanía con el público, el rugido de los y las seguidores y seguidoras de las estrellas del cine, la televisión (y últimamente las redes sociales). Por fin, con la pandemia en el olvido, el Teatro Cervantes volvió a acoger el habitual y tan esperado desfile de nombres populares de nuestro audiovisual. Y sin mascarillas de por medio.

Riesgo más o menos exitoso, elegancia lady like y espléndidas madureces se pudieron ver en el desfile de rostros populares

Hubo mucho riesgo en la primera alfombra roja del Festival. Las transparencias de Angy Fernández, la raja de la falda de Mireya Bravo, el tremendo rosa y teñido imposible de Eva Isanta y el look de coplera emo-gótica de Dora Postigo complementaron la espléndida madurez de Eduardo Noriega y Emma Suárez. Las presentadoras de la gala inaugural, Elena Sánchez y Marta Hazas, demostraron por qué son de las mejores en practicar el arte del lady like, como Cayetana Guillén-Cuervo, siempre elegante, siempre bien.

Las imágenes de la alfombra roja de la gala inaugural del 26º Festival de Málaga

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Y otra mujer protagonizó la primera noche del certamen: la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que acudió junto al titular de Cultura, Miquel Iceta, para demostrar el cada vez mayor apoyo del Ejecutivo a la cita de cine en español.