Historia de Mallorca y de Baleares | Pollentia 100 años de excavaciones

Gabriel Llabrés y rafael de Ysasi dirigieron en 1923 las primeras campañas arqueológicas en la antigua ciudad romana en Alcúdia, de la que todavía queda mucho por descubrir

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Pollentia está de aniversario. Este 2023 se cumple un siglo de las primeras excavaciones en el yacimiento de la ciudad romana de Alcúdia. Los arqueólogos Gabriel Llabrés y Rafael de Ysasi son los nombres propios al frente de esos iniciadores trabajos científicos de 1923, cuando había que contratar a jornaleros del municipio para las campañas. Hoy, está excavado y es visitable solo un 15 por ciento de esa ciudad, cuya extensión se calcula que oscila entre 19 y 21 hectáreas.

Durante siglos, los historiadores habían discutido sobre la localización exacta de la ciudad romana, fundada tras la conquista de Balears por Quinto Cecilio Metelo en el 123 a.C. Hasta esas primeras excavaciones de 1923, lo que se había hallado de Pollentia había sido de manera fortuita: esculturas, como el busto velado de Augusto que se puede contemplar en el Museu de Mallorca, cerámicas y monedas.

«A partir de 1923, ya no fueron hallazgos casuales, son excavaciones de verdad y desde un punto de vista científico», explica el arqueólogo Miguel Ángel Cau, uno de los directores de las exploraciones sobre el terreno que se están haciendo en Pollentia.

Desde 1923 a 1946, los Llabrés, primero el padre y, tras su muerte en 1930, su hijo Juan, y Rafael de Ysasi dirigieron excavaciones que permitieron localizar y conocer cómo había sido esa ciudad romana y hallar miles de piezas, como sigue ocurriendo en la actualidad.

En los álbumes de aquellas excavaciones, Ysasi documentó con todo detalle las campañas y dibujó planos, piezas... «Son una maravilla», manifiesta Cau sobre ese legado, depositado en el Museu de Mallorca y que con motivo de este centenario se mostrará al público. «Ysasi era un gran dibujante, son unos documentos que valen mucho la pena», añade el codirector de las excavaciones.

Décadas después, los investigadores han podido resituar sobre el mapa excavaciones antiguas que están documentadas en esos diarios de campaña. «Convivimos con el pasado en todos los sentidos», remarca Miguel Ángel Cau, quien forma parte de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados y del Instituto de Arqueología de la Universitat de Barcelona (IAUB), y quien comparte dirección de las excavaciones con Esther Chávez, de la Universidad de La Laguna, y Catalina Mas, también del IAUB.

Todas las instituciones que forman el Consorcio de la Ciudad Romana de Pollentia, el ayuntamiento de Alcúdia, el Consell de Mallorca, el Govern balear y el Ministerio de Cultura y Deporte, titular del yacimiento, preparan jornadas, fiestas, vídeos divulgativos e incluso un libro sobre estos cien años.

Tapar lo excavado

Hace un siglo, las excavaciones se realizaban en terrenos particulares y sus propietarios solo lo permitían con la condición de que no se arrancara ningún árbol y que las tierras quedaran como estaban antes, ya que las necesitaban para cultivar. Por ello, se excavaban zanjas entre hileras de árboles y posteriormente se tapaba todo. Y esa es una gran diferencia entre Pollentia y otras antiguas ciudades romanas, que una vez excavadas se dejaron visibles, comenta Miguel Ángel Cau.

Y es que, como señala el codirector de las excavaciones, bajo los campos que se ven al visitar Pollentia hay una gran ciudad por descubrir, «impresionante», que en realidad es la suma de muchas ciudades superpuestas a lo largo de diferentes siglos en un mismo lugar y donde mucho antes hubo un poblado talayótico, del que se han encontrado materiales. Los investigadores buscan localizarlo, excavando a niveles más profundos en la zona de sa Portella.

Pero en Pollentia se sigue trabajando en varios sectores y se vuelve a excavar en zonas que se abrieron décadas atrás, para profundizar en su estudio. «El proyecto científico funciona perfectamente, hay varias instituciones implicadas, somos cerca de cien personas sobre Pollentia cada verano y hay cinco tesis doctorales que se están haciendo sobre materiales del yacimiento ahora mismo», explica Cau. Pero aún falta «convertir Pollentia en un gran recurso patrimonial», comenta el investigador, quien asegura que esta antigua ciudad romana es un referente «de primer orden» y que no hay arqueólogo en el mundo que no la conozca.

«Salen miles y miles de hallazgos cada año: cerámicas, monedas, objetos de bronce, es espectacular lo que da Pollentia», recalca el codirector de excavaciones. Por ello, añade, es necesario tener un espacio propio que se pueda utilizar como recurso turístico cultural y donde se pueda mostrar todos estos descubrimientos que se han hecho a lo largo de un siglo de intervenciones arqueológicas.

En 2021, el Consorcio de la ciudad romana adquirió la finca de sa Tanca, donde el pasado verano ya se hicieron unos primeros sondeos exploratorios y allí se descubrió una necrópolis. La compra de estos terrenos permitirá proteger la continuidad del yacimiento, pero también albergará el futuro centro de Pollentia, para que tenga su museo propio. «Lo que se pretende hacer es un centro de investigación sobre arqueología romana y antigüedad tardía, que sirva para dinamizar no solo lo que se hace en Pollentia, sino en toda Mallorca y que sea también espacio expositivo. Una gran infraestructura para la arqueología en Mallorca», indica Cau.

Pese a que solo se puede visitar ese 15% del yacimiento, el codirector de las excavaciones cree que «se conoce mucho de Pollentia, pero el trabajo de arqueología es lento y no hay otra manera de hacerlo». Como muestra, Cau explica que el año pasado acabaron de excavar el macellum, todo un edificio que era un mercado, situado en una parte del forum, en el que han invertido quince años. «Un mes de excavación en el campo nos genera un año de trabajo para procesar todos los datos y estudiar el material. Y este trabajo de clasificar, estudiar, dibujar, son cosas que se hacen en las instituciones pertinentes, pero que no se ve y es muy duro», añade el experto.

En este siglo se han excavado y vuelto a abrir diferentes zonas. En sa Portella hay ejemplos de las típicas casas romanas, que se excavaron por primera vez en los 60 del siglo pasado por la Fundación Bryant, que asumió la financiación de las campañas entre 1950 y 1995. También parte de una muralla del siglo III; la casa de Polymnia, excavada en 1973, el ya mencionado foro de la ciudad, el gran centro neurálgico de las urbes romanas, que se comenzó a excavar en 1980, y donde está el gran templo capitolino, una gran ínsula, formada por tiendas y talleres que se abrían a la calle porticada, el macellum; una gran fortificación de época bizantina... Y sobre todo se ha hallado una gran necrópolis, con más de 500 tumbas, «muy interesante», remarca Miguel Ángel Cau. «Son enterramientos en una posición de cúbito supino, formas de enterramiento típicamente cristianas. Se han hecho dataciones radiocarbónicas para obtener una fecha absoluta de estas tumbas y la cronología es islámica, pero no están enterrados como islámicos, que se enterraban de lado, hacia La Meca», indica el arqueólogo. Esto les lleva a hablar de la posible pervivencia de comunidades cristianas en época islámica dentro de Pollentia.

Cau resalta que la ocupación de Pollentia se alargó hasta la época medieval, tras la conquista catalana, según un documento histórico. Un yacimiento que explica buena parte de la historia de Mallorca y de Baleares.

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