CINE CRÍTICA

Un laberinto fascinante

Park Hae-Il (izquierda) y Tang Wei.

Park Hae-Il (izquierda) y Tang Wei. / Quim Casas

Quim Casas

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Título original: Heojil kyolshimaka 

  • Año: 2022. Duración: 138 min.
  • País: Corea del Sur.
  • Dirección: Park Chan-wook.
  • Reparto: Tang Wei, Park Hae-Il, Park Yong-woo, Yoo Seung-mok, Kim Shin-young. 
  • Cines: Augusta y CineCiutat

La última película de Park Chan-wook, el cineasta surcoreano más importante de los últimos años junto a Bong Joon-ho, Hong Sangsoo y Lee Chang-dong, comienza con estilo clásico de neo-noir glacial: el policía que investiga la muerte de un hombre se enamora de la esposa china del finado, sospechosa de haberlo asesinado. Sobre el papel, nada nuevo. Hay decenas de películas construidas sobre esta premisa. Pero ni el relato se acomoda a los clichés del género, ni la mujer es la característica femme fatale del cine negro. Nada en realidad es lo que parece. La muerte del individuo no es más que el detonante de una serie de acontecimientos, idas y venidas mentales y laberintos narrativos con los que el director de Old boy —su anterior filme que más se parece a este— nos invita a cuestionarnos la realidad y a poner en solfa el verismo de la narrativa cinematográfica.

Poseedor de un estilo formalista nada hueco, a diferencia por ejemplo de Damien Chazelle (hoy estrena también su Babylon), Chan-wook acude por momentos a la gramática de Alfred Hitchcock para enredar con estilo y clase una madeja que parecía pulida y ordenada. Si se entra en el juego, Decision to leave resulta fascinante, barroca y cristalina a la par, pero si no se entra, otorga al espectador suficientes muestras de rechazo. Es cuestión de tomarla o dejarla.