MÚSICA CRÍTICA

Digo diferente, pero convincente

Pere Estelrich i Massutí

Pere Estelrich i Massutí

[object Object]

Auditòrium de Palma

Violín: Francisco G. Fullana. Director: Perry So. Obras de Unzuk Chin, Szymanovski y Prokofiev

«No digo diferente, digo raro», canta Fito. Pues eso, giremos el juego de palabras y escribamos: «No digo raro, digo diferente», cuando nos referimos al concierto que el pasado jueves nos ofreció la Simfònica en el Auditòrium de Palma. Diferente por las obras programadas, que no son del repertorio habitual, pero que no dejan de ser interesantes, y aún más si la manera de ofrecerlas es como la que pudimos escuchar en esa sesión que comentamos.

Empezaremos por el final, por la segunda parte, en la que el director invitado, Perry So, nacido en Hong Kong y desde hace unos meses titular de la Orquesta de Navarra, ofreció una lectura impecable de la Suite que Prokofiev escribió a partir de su ballet El Bufón. Lectura clara, en la que salieron a relucir todos los motivos musicales que recrean la historia de ese bufón listo y entrañable que el compositor ruso retrata. Perry So es, sin duda, un director «prokofieviano», como así lo definieron algunos de los componentes de nuestra orquesta poco antes del concierto. Y con razón,

Y volvamos a la primera parte, que empezó con una obra corta de Unzuk Chin, una compositora surcoreana que escribió esos cinco minutos que dura Subito con forza en homenaje a Beethoven. Obra interesante que pide un desarrollo más profundo pues está llena de pequeñas ideas musicales que valdría la pena concretar.

Y después vino nuestro huracán, Francis G. Fullana, nuestro violinista internacional que quiso levantar un poco más el listón al que nos tiene acostumbrados ofreciendo una muy, pero muy interesante versión del primero de los dos conciertos para violín de Szymanokvski. Obra llena de matices y en la que el violín apenas tiene momentos de pausa, dialogando continuamente con una amplia formación instrumental, que, hay que decirlo, estuvo también espléndida. Un lujo para todos, pues tener un musicazo como el joven Fullana y una orquesta que puede seguirle los pasos (cosa nada fácil) es un verdadero lujo para los melómanos.

Y de propina, Bach y esa joya que es la Partita BWV 1006, de la que Fullana ofreció una visión muy particular, llena de efectos, del tercer tiempo, la Gavota. Pura delicia. Música en estado puro.

Suscríbete para seguir leyendo