Catalina Namndgard: «Soy muy fuerte, he luchado mucho y he salido adelante»

Con 91 años, esta activa vecina del barrio de Santa Pagesa estrena su carrera como escritora con una autobiografía que presentará este sábado

Catalina Namndgard mantiene una vida muy activa a sus 91 años. |

Catalina Namndgard mantiene una vida muy activa a sus 91 años. | / GUILLEM BOSCH

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Catalina Namndgard (Bosch Cerdà) siempre quiso escribir y publicar libros, desde que era una adolescente en Esporles, su pueblo natal, recuerda. Lo intentó de joven en varias ocasiones, enviando sus escritos a editoriales, pero no tuvo suerte. Ahora, con 91 años ha hecho realidad esa ilusión y este sábado, a las 19 horas, presentará Una vida llena de alegrías, tropiezos y amor, su autobiografía. Lo hará en la sede de la Asociación de vecinos de Santa Pagesa de la que ella es socia fundadora y desde la que luchó por la peatonalización de Blanquerna, la calle donde reside.

Lina, como la conoce casi todo el mundo, ha tenido, y tiene, una vida muy intensa y que relata en su libro, sin obviar pasajes íntimos y los tropiezos a los alude con el título. Lo empezó a escribir en su ordenador durante el confinamiento, ya que no podía hacer mucha más cosa, y lo finalizó en marzo del pasado año. «Que piensen que está escrito por una persona de 91 años», advierte al hablar de estas memorias. Se muestra satisfecha de este logro y de su vida en general, aunque no esconde que ha sufrido y ha pasado momentos duros, que también cuenta. «He sido una persona muy fuerte, he luchado mucho y he salido adelante. Tengo unos principios que me han ayudado a ser muy fuerte», declara esta mujer.

A lo largo de las páginas, recuerda cómo fue su infancia en una familia de clase media alta, con un padre practicante y una madre comadrona. La buena situación de la que disfrutaban se acabó con la Guerra Civil y el encarcelamiento de su progenitor, que era republicano.

Hojeando su autobiografía llama la atención el nombre del escritor Robert Graves, que fue su vecino en la calle Guillem Massot de Palma, y con el que tuvo un trato cercano, tal como el lector descubrirá en el libro.

Catalina Namndgard: «Soy muy fuerte,  he luchado mucho y he salido adelante»

Portada del libro. / Montse terrasa. palma

Pero eso es solo parte de la historia de esta mujer que vivió durante más de 20 años en Suecia, donde se casó y tuvo a sus dos hijas. Ese país escandinavo, sus costumbres y su organización le marcaron tanto que Lina sigue conservando muchas de sus tradiciones.

La vuelta a Mallorca, en 1977, fue dura para Lina y su marido, Pär-Olof Namndgard, su «verdadero amor». Regresó a Palma para estar con su madre. «Me di cuenta de que fue una equivocación muy grande volver, las cosas no fueron como tenían que haber ido, fui una extranjera aquí, siendo mallorquina», comenta sobre esa época, en la que vivió en primera persona la diferencia entre la sociedad isleña y la sueca. «Suecia era el país más adelantado del mundo», afirma Lina.

Fue en Suecia donde había visto que «todas las calles más importantes eran peatonales», por lo que de vuelta a Palma defendió la transformación de Blanquerna. «Yo quería que fuera la calle más bonita. Estaba todo el día subiendo a pisos, pidiendo firmas y lo conseguí», rememora de esos años. Ese activismo le creó algunos enemigos, el de aquellos que no querían eliminar el tráfico.

Lina sigue la política local, leyendo este diario, al que en diferentes ocasiones ha dirigido cartas, la última de ellas hace unos meses para denunciar el trato de la banca a los mayores. Sobre su recién estrenada faceta de escritora, no descarta escribir cuentos de niños. Confía en que sus allegados y algún cargo político de Palma acudan mañana a la presentación de su libro, porque ella se siente muy orgullosa de las amistades que ha ido creando. «Un amigo es oro, los cuido mucho», afirma.

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