La voluntad musical de Bartomeu Vich

El investigador y pianista Joan Círia i Maimó ha desempolvado la trayectoria vital de este músico nacido en Sencelles y fallecido en Palma que impulsó la coronación pontificia de la Mare de Déu de Lluc, fue compositor y ejerció como organista en Felanitx

Llorenç Riera Bestard

El auge de nuevas generaciones de musicólogos mallorquines, el despliegue de conservatorios esparcidos por toda la isla y la profesionalización creciente de la actividad musical ha propiciado, entre otras muchas cosas, la investigación y la difusión de los antecedentes del actual panorama musical de Mallorca, de los hombres y menos mujeres —cosas de la época— que con su personalidad y trabajo consolidaron las bases y la savia que han dotado de vigor estable a la música de hoy en día. Joan Círia i Maimó (Felanitx, 1985) es, a la vista de los resultados, uno de los investigadores más prolíficos de los antecedentes históricos de la música mallorquina. Su último trabajo se centra en la vida y obra de Bartomeu Vich i Bennàssar (Sencelles, 1862 –Palma, 1938). Círia ha invertido seis años en ello y el resultado es un nuevo cuaderno de la Fundació Mossèn Bartomeu Oliver, de Sencelles, con más de 170 páginas y abundantes ilustraciones que ha sido presentado reciente aprovechando la festividad de Santa Cecilia. En el acto, celebrado en Sencelles, aparte de la intervención del autor y de miembros de la entidad patrocinadora, el organista de La Seu, Bartomeu Mut, interpretó obras del propio Bartomeu Vich.

El caso de este músico senceller está revestido de toques de singularidad. En unos tiempos en los que el conocimiento de la música estaba reservado prácticamente en exclusiva a los clérigos por inercia formativa y religiosidad social, él era un laico y padre de familia que, eso sí, tuvo oportunidad de desarrollar su obra y a la vez su profesión al amparo de la Iglesia. La clave, el punto de partida, está en Lluc. El santuario mariano por excelencia de Mallorca es el embrión de su vocación musical. Es una convicción que se desprende enseguida de la lectura de Bartomeu Vich i Bennàssar. Una vida dedicada a la música, este es el título de la monografía que ahora ha sacado a la luz Joan Círia y de cuyo resultado, según el autor, la colaboración de la pintora Maria Vich, única sobrina del biografiado, a sus 91 años, es pieza clave. Ha aportado recuerdos, amabilidad y testimonios gráficos a la obra.

EL IMPACTO DE LLUC

En 1870, a los 8 años y después de haber perdido a su madre, Bartomeu Vich ingresa en la escolanía de Lluc. Pronto empieza a destacar por su capacidad y aplicación musical. Lo hace hasta el extremo de que el joven blauet es elegido para ejercer como maestro de música y a la vez ocuparse del órgano en la iglesia del santuario insignia de Mallorca. Durante este tiempo Vich tuvo oportunidad de conocer de cerca el impacto que produjo en Catalunya la coronación pontificia de la Mare de Déu de Montserrat, lo cual le llevó al convencimiento de que en Mallorca, con respecto a Lluc, debía ocurrir lo mismo. Por eso en 1984, siendo aún maestro de música y organista del santuario, impulsó la coronación de la moreneta mallorquina. El trabajo dio el resultado apetecido. La entronización de la Mare de Déu tuvo lugar el 10 de agosto de 1884 y en ella ya se cantó la primera composición hecha por el promotor. Llevaba por título Ama els penyals la Verge Soberana, inspirada en un poema homónimo de Josep Maria Quadrado. Tres años más tarde, en el mismo santuario, estrenaría su Salve Regina. Fue el mismo día en que Vich tuvo oportunidad de acompañar al piano al bajo Julià Samper.

Jordi Llabrés, el cronista oficial de Sencelles, ha sido otro de los aliados de Joan Círia para tejer el contenido de Bartomeu Vich i Bennàssar, una vida dedicada a la música. En el prólogo, Llabrés celebra su encuentro con Círia, resalta el valor del biografiado y el ímpetu que quiere dar la Fundació Mossèn Bartomeu Oliver a todo cuanto tenga que ver con la historia y el patrimonio de Sancelles.

LA MADUREZ, EN FELANITX

Con los antecedentes de Lluc sólidos, Bartomeu Vich se traslada a Felanitx en 1887 para ejercer de organista en la parroquia de Sant Miquel y el convento de Sant Agustí. Establecido en la población, tiene oportunidad de formar su familia y desplegar el grueso de su actividad en distintas facetas. Trabaja como profesor, director, organista, concertista y compositor. También es la extensa etapa en la que no desaprovecha oportunidad para aliarse con músicos de prestigio de la época como Oscar de la Cinna, Cristeta Goñi, Joan Bou, Isabel Ladaria, Maria Rissarelli o Miquel Riera, al tiempo que organiza y dirige en Felanitx representaciones de ópera y zarzuela con compañías de renombre nacional. Murió en Palma a los 74 años de edad.

A fin de cuentas, Bartomeu Vich ha acabado siendo el autor de más de medio centenar de composiciones musicales, en su inmensa mayoría de carácter religioso, pero, todo hay que decirlo, hoy permanecen en el olvido. La biografía que ahora ha publicado Joan Círia también puede entenderse como un envite para recuperar por lo menos parte de esta obra. Bartomeu Vich tuvo heredero también en el plano musical. Uno de sus hijos es Rafel Vich i Bennàssar (Felanitx 1893-Palma 1945). Fue maestro de capilla y organista en la catedral de Córdoba, aparte de profesor de harmonía en el conservatorio de Palma .

Tanto Felanitx como Sencelles supieron dedicar en su tiempo actos de reconocimiento y homenaje a Bartomeu Vich. Bernat Julià, el recordado director de la Capella Mallorquina, tuvo la oportunidad de iniciar su formación musical con el Vich.

EL AUTOR, JOAN CÍRIA

Joan Ciria i Maimó (Felanitx 1985) es investigador musical y pianista. Se licenció en el Conservatori Superior de les Illes Balears y ha complementado su formación con estudios de pedagogía musical, clavecín e historia de la música. Como concertista, ha estrenado obras de autores mallorquines, tanto en Menorca como Mallorca. Se ha especializado en la divulgación del panorama musical de Balears de los siglos XVIII y XIX y ya acapara un buen número de monografías en este sentido. Desde 2013 es profesor del departamento de piano de la Escola Municipal de Música y del Conservatorio de Felanitx.

En la actualidad tiene abiertos nuevos campos de investigación sobre mujeres músicas, los compositores que padecieron persecución por ser portadores de apellido xueta, los afectados por la desamortización de Mendizábal de 1836, aparte de otros autores concretos de su época de estudio preferente.

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