Sol Picó | bailarina

La bailarina Sol Picó: «Tengo pánico a envejecer, pero también siento cierta liberación»

La Premio Nacional de Danza, con diez Max en la vitrina, trae a Palma ‘Malditas plumas’, que une el baile contemporáneo al texto de la galardonada escritora Cristina Morales

La bailarina y coreógrafa Sol Picó en ‘Malditas plumas’

La bailarina y coreógrafa Sol Picó en ‘Malditas plumas’ / Erin Bassa

Raquel Galán

Raquel Galán

«Soy una bailarina, me expreso con el cuerpo, que va cambiando con la edad y, pese a que no deja de expresar tengas los años que tengas, hay que adaptarlo a otra etapa porque siempre he hecho mi trabajo de forma muy visceral y enérgica. Pero soy consciente y tengo interiorizado que no podré hacer tanta pirueta en el futuro». A sus 55 años, la Premio Nacional de Danza 2016 Sol Picó reflexiona sobre la vejez, muy presente en Malditas plumas, el espectáculo que este domingo representará en el Teatre Principal de Palma.

«Ahora tengo miedo, en realidad tengo pánico a envejecer, aunque me está ocurriendo una cosa muy interesante que empiezo a sentir: también es una cierta liberación». La galardonada con diez Max en diferentes ediciones lo explica: «No es tan fácil como decirlo, pero pienso que es un nuevo camino, el inicio de otro momento vital, porque he hecho tantas cosas que no veo tan necesario continuar aferrada a ellas».

Sol Picó en Malditas plumas

Sol Picó en Malditas plumas / JORDI VIDAL

La obra que trae a Mallorca es «una manera de desprenderse», ya que le ha dado la oportunidad de expresarse además con la voz. La danza contemporánea se une al texto en una historia sobre la vida de una vedete del Paralelo barcelonés y ambos lenguajes «permiten abrir un abanico muy amplio para atraer a quienes les gusta el baile y a los amantes del teatro. A veces los espectáculos de danza pueden dar reparo por si no los entiendes, aunque este es una oportunidad para reconciliarte con ellos», anima Picó.

Y además, con el aliciente añadido del texto y la adaptación dramatúrgica de la escritora Cristina Morales, la autora de la novela Lectura fácil, que obtuvo el Premio Nacional de Narrativa en 2019. La coreógrafa alicantina señala que «cabalga entre la ficción y la realidad con el relato de una niña que quiere ser vedete», y en él se entremezclan la ironía y el humor con el drama. «Darte cuenta de que algunos de tus sueños más preciados no se cumplirán produce tristeza, pero uno tiene que encajarlo del mejor modo posible», destaca.

Ella siempre busca «el punto de divertimento, el juego, reírse de los problemas, al menos tratar de hacerlo. Es lo más importante, porque todo es efímero y tiene una solución, excepto la muerte. Por eso pienso que ha sido un acierto trabajar este tema desde el mundo del Paralelo y el brillo y la luz que desprendían las vedetes. Aunque detrás del brillo también había oscuridad y penuria, estas artistas fueron muy transgresoras en su época, y desvergonzadas, con la lengua muy afilada. Ahora todo eso se ha perdido y tiene que ser más políticamente correcto», afirma quien da «una pincelada» de aquellos espectáculos de los años 20 en Malditas plumas.

En la actualidad «también hay vedetes del siglo XXI maravillosas», dice la bailarina, que cita a «Beyoncé, Rosalía, Madonna y todas las que también han transgredido a su manera y están dando caña en el mundo del espectáculo».

En la obra que representará en Palma contará con el cantante y actor Miquel Malirach, que en todo momento acompañará a la protagonista «como contrapunto, competencia e incluso cuidado» cuando aparece la decadencia y el delirio en la vejez. Como indica el texto del programa de mano, «hemos inventado una sociedad basada en la negación de la vejez y la muerte, aunque envejecer y morir es lo único a lo que estamos atados de manera irreversible». De ello hablará el referente de la danza contemporánea en España expresándose con su cuerpo.

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