El pintor Hermen Anglada-Camarasa (1871-1959) sintió fascinación por las flores y así lo plasmó en sus obras. Pero no solo fue una cuestión estética, durante años las estudió, adquirió conocimientos científicos y creó un frondoso jardín en su casa de El Pinaret, en el Port de Pollença. Su dedicación a las dalias y rosas fue tal que hizo temer a sus allegados que abandonase la pintura. Ese lugar, ya desaparecido, es el que ha inspirado la exposición que el CaixaForum de Palma inaugura este jueves, 3 de noviembre, y que se podrá visitar hasta el 25 de agosto de 2024.

El jardín de Anglada-Camarasa reúne12 pinturas del artista, más libros japoneses sobre flores, estampas, mantones y piezas de ropa folclórica con motivos florales. Era parte de su “universo” y una muestra del mismo es el que se propone recorrer en la sala expositiva de CaixaForum, presidida por una gran fotografía de El Pinaret y por la obra de grandes dimensiones Valencia

La exposición se ha presentado este jueves de la mano de la directora del CaixaForum, Margarita Pérez Villegas, Carla Tarruella, jefa de contenidos de Exposiciones de Arte de la Fundación La Caixa, Arola Valls, comisaria de la muestra, y Silvia Pizarro, nieta de Anglada-Camarasa, quien no guarda recuerdos directos de su abuelo, pero sí los que le ha aportado su madre, Beatriz Anglada-Camarasa: “Debió ser un hombre entrañable, muy bromista, muy sociable, con bastante carácter, hecho a sí mismo. Él creía muchísimo en su obra y esto le hizo pasar momentos difíciles”, ha mencionado.

El visitante entra en el jardín de Anglada-Camarasa nada más poner el pie sobre el césped artificial que cubre el suelo de la sala expositiva. La llegada del pintor catalán a Mallorca, la compra de El Pinaret en 1926 y cómo traslada las flores de su jardín al lienzo es el primer ámbito de esta exposición. 

En un segundo ámbito muestra sus escenarios florales, que corresponde a la consolidación de la carrera y proyección internacional de Anglada-Camarasa en París. Los temas gitanos y el folclore valenciano protagonizan sus obras. De esa época es Valencia, en el que solo una tercera parte contiene figuras humanas y el resto se dedica a las estructuras florales, aumentando incluso el tamaño real de algunas flores, tal como han señalado expertos del Real Jardín Botánico que han asesorado en este proyecto, ha destacado Valls.

El tercer ámbito se centra en el papel ornamental de la flor en elementos como vestidos, sombreros y accesorios de los personajes femeninos de sus cuadros. 

La exposición se complementa con algunos de esas prendas con motivos florales que coleccionó el artista, como una falda que aparece en dos de las obras expuestas y en la que se aprecia una mancha de pintura que corresponde al fondo de uno de esos cuadros expuestos.

En otro rincón de la exposición, una pantalla interactiva permite descubrir las flores que el artista pintó en Columna florida, obra que creó en el exilio y que contiene 23 variedades de dalia, ha explicado Arola Valls, quien ha destacado que la muestra en el CaixaForum “ofrece una nueva mirada con la que aproximarnos a la obra de Anglada-Camarasa , con perspectiva científica”. La comisaria ofrecerá este jueves por la tarde, a las 18 horas, una conferencia sobre esta muestra.

Margarita Pérez Villegas ha agradecido la implicación de la hija y de la nieta del artista en esta exposición, “que profundiza en la pasión del artista por la jardinería”. 

Por su parte, Carla Tarruella ha recordado que la Fundación la Caixa compró parte de la obra de Anglada-Camarasa en 1988 con el objetivo de restaurarla, conservarla y divulgarla y cuyo centro de estudio es el CaixaForum de Palma. 

La nieta del pintor ha contado que el jardín de El Pinaret desapareció después de que Anglada-Camarasa tuviera que exiliarse durante la Guerra Civil. A su vuelta a Mallorca, el artista era demasiado mayor como para recuperar sus flores. Ahora, el terreno está urbanizado.