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MÚSICA CRÍTICA

QUEDA MUCHA MÚSICA POR DESCUBRIR

Y añadiría al título: Afortunadamente. Pues con esas investigaciones que hacen musicólogos de todo el mundo, aparecen partituras antiguas que bien merecen ser dadas a conocer.

Fue lo que pasó el pasado viernes en Caimari con el grupo italiano Cappella Musicale Santa María in Campitelli, que ofreció un repertorio de música del siglo XVII, alguna de ella encontrada hace poco nada menos que en la catedral de Malta.

El grupo vocal de cámara (dieciséis voces), que dirige Vincenzo Di Betta, se situó, dividido en dos grupos a modo de dos coros pequeños, en las dos primeras capillas laterales, cerca del altar, para así conseguir un efecto sonoro curioso. Un pequeño grupo de tres instrumentistas acompañante (tiorba, viololcchelo y clave), se situó en el centro.

El repertorio elegido se ofreció sin pausa y sin aplausos entre cada una de las partes. Primero los intérpretes nos acercaron a una Misa de Bonaventura Rubino, que según parece nació en 1600 y murió sesenta y ocho años más tarde. Una Misa llena de buenas melodías, con partes para un solo coro, otras para los dos y algunas intervenciones de cuatro solistas vocales, todos ellos miembros de la formación. Aquí Di Betta estuvo muy acertado en la manera de dirigir, confiando plenamente en sus músicos, a los que indicaba los tempi y algunas de las entradas. Todo muy fluido y ensamblado y con una afinación perfecta. Como curiosidad, entre cada una de las partes de la Misa, un muy reducido grupo vocal masculino introdujo fragmentos del Graduale Gregoriano, como el Introitus o el Offertorium, entre otros.

Después de la Misa, un Te Deum de otro contemporáneo de Rubino, Orazio Benevoli. Una obra más compleja que la anterior, llena de matices y de incursiones en la gran polifonía, propia de la época, final del Renacimiento e inicio del Barroco. Aquí, la formación alcanzó momentos realmente gloriosos, que obligaron, después de los aplausos del numeroso público que llenaba la Església Vella (unas ciento ochenta personas) a repetir el final de la obra.

Preciosa y muy interesante sesión que cerró el Festival de Música Antiga que dirige, con mucho talento e imaginación Tomeu Seguí, a quien, desde estas páginas, debemos dar las gracias por traer grupos y programas como este que comentamos.

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