La combinación de seriedad y diversión fue el secreto del éxito de las amenas conversaciones que se celebraron ayer durante la última jornada del Festival de Literatura Expandida a Magaluf (FLEM), que ha acogido a más de 5.000 personas en tres días y se ha consolidado como una cita imprescindible con la cultura. Las escritoras Caitlin Moran, Marta Sanz y Meryem El Mehdati, además de Ray Loriga, fueron los protagonistas. Hablaron de su vida y sus libros y contaron anécdotas que sacaron sonrisas y hasta carcajadas del público, como ocurrió en la charla de la bromista Moran.

La pareja literaria que ayer formaron Sanz y El Mehdati se centró en sus respectivas trayectorias –una consolidada y la otra incipiente–, en sus diferencias generacionales y el feminismo en la literatura. Y explicaron su relación con las redes sociales, ya que para la primera ha sido un proceso «difícil» y en cambio la joven autora fue descubierta por una editorial a través de su cuenta de Twitter.

Por su parte, uno de los temas universales de la literatura, el amor, fue tratado por Loriga, aunque advirtió: «No soy uno que predica, sino otro que reza, como decía Bukowski». Como escritor, «en las novelas son más apetecibles los corazones rotos, porque lo otro es muy aburrido», aseguró Loriga.