Mientras Chuck Palahniuk se dedicaba a firmar libros y chocar el puño con sus seguidores, a dos escasos metros de allí un grupo de turistas elegantemente vestidos esperaba un autocar para que les llevase a una boda. Y como «esto es Magaluf» –dijo sonriendo el impulsor del Festival Literatura Expandida, Miquel Ferrer–, solo había que caminar cien metros y cruzar la acera para adentrarse en el auténtico templo de la famosa zona turística: el pub Benny Hill. Los gritos de «goool» de los guiris en bañador tras ver a su equipo marcar en enormes pantallas se producían a la vez que la amena charla entre el escritor de El club de la lucha –tema proscrito hasta el final– y el periodista del podcast Carne Cruda, Javier Gallego.

A los 400 inscritos para verles y escucharles se sumaron muchos más de pie y, aunque no gritaban como los aficionados al fútbol, reían a menudo las respuestas del de Portland, que había venido a hablar de Plantéate esto, el libro que acaba de publicar en español. También lo hizo sobre llevar a los lectores al límite, sobre la historia más triste que ha escrito y sobre el silencio de una compañera de clase en la infancia. Recomendó para terminar «no tener miedo del silencio», aunque ayer era día de palabras y música.

La estrella de la mañana firmó autógrafos después, durante una hora, a quienes pacientemente aguardaban su turno en una cola que daba la vuelta a medio hotel InnSide Calvià Beach, donde se realiza el FLEM. Los que querían cambiar literatura por música lo tuvieron fácil porque al mismo tiempo se celebraba la entrevista y el posterior concierto del líder de la banda La Habitación Roja, Jorge Martí.

Sus canciones no se han inspirado en Magaluf, pero sí Girls and boys, del grupo Blur, muy famoso en los 90. «La letra dice Greece, no Magaluf, porque no rima con la palabra police y otras, aunque el líder y vocalista, Damon Albarn, contó en 1994 en una entrevista en The Guardian que la canción se refería a esta zona turística tras haber estado aquí». Es solo una de las muchas anécdotas que explicó el músico e historiador Tomeu Canyelles en su Guía sonora de Magaluf y la posterior ruta vespertina con una treintena de personas.

Jorge Martí, de La Habitación Roja, charla antes de tocar. | FLEM

Ellos y el resto de los alrededor de 2.000 asistentes comprobaron ayer que la cultura puede ir «más allá de los límites», como dice el lema del evento. Durante un día, los extraños parecían los turistas que cruzaban en bikini o bañador la plaza Momentum y miraban con curiosidad la cantidad de gente que había escuchando a dos o tres sentados en una silla. A las siete de la tarde, el aforo volvió a completarse con la charla entre la divulgadora del Arte Eugenia Tenenbaum y el periodista de Cultura en TVE Carlos del Amor, entrevistados por la especialista en Arte Pilar Rubí.

Palahniuk choca el puño a una fan tras firmarle un libro. | FLEM

Quien está detrás de Patreon en las redes sociales ha logrado acercar este ámbito de la cultura al público no experto y aportar la necesaria perspectiva de género. El éxito ha sido «impactante» y ella lo atribuye a que explica las cosas «como si se lo estuviese contando a una amiga, y no por hacerlo así deja de ser riguroso. Si tratas un tema con pasión, tienes muchas posibilidades de conectar con la gente», afirmó Eugenia Tenenbaum.

Hablaron de ello y de que «hay que quitar el muro que han creado las instituciones que hace que los museos sean una catedral para cuatro elegidos. Se está trabajando para que la gente no se sienta ignorante allí, sino que disfrute», aunque aún queda camino, añadió Del Amor sobre uno de los múltiples límites del arte que abordaron.

También participaron en esta segunda jornada del FLEM las ilustradoras Ester Gili y Amaia Arrazola, la finalista del Pulitzer Elif Batuman y los músicos Joan Miquel Oliver y Miquel Serra, que fueron seguidos por el concierto de Paco Moreno y el recital de la poeta Elvira Sastre. Entre acto y acto había tiempo para comer y beber, retratarse en el photocall con cama doble y, por supuesto, comprar muchos libros.