El Museo del Prado ha presentado este miércoles la restauración de la obra 'Hipómenes y Atalanta' (1619) de Guido Reni, que se contemplará en una instalación especial ubicada en la Galería Central. Una obra que, en palabras del director adjunto del Museo, Andrés Ubeda, constituye "una de las más importantes" de la institución.

La restauración permitirá a los asistentes apreciar la composición tal y como la concibió el maestro italiano, de acuerdo con Ubeda, quien ha elogiado el trabajo de la restauradora Almudena Sánchez y su equipo.

"Los trabajos se han desarrollado al amparo del apoyo que ofrece cada año la Fundación Iberdrola y permiten gozar de una obra dotada de una gran luminosidad y fuerza expresiva, lejos de la apariencia 'caravaggiesca' que había adquirido tras el paso del tiempo", ha explicado.

La obra permanecerá en el Prado hasta la primera semana de noviembre de 2022, ya que posteriormente participará en la exposición sobre Guido Reni que prepara el Städel Museum de Frankfurt. Ya en el 2023 regresará al Prado para la "magna" exposición sobre el artista que se realizará.

"Guido Reni significa la puesta en valor de un artista con una extraordinaria personalidad que crea modelos físicos y actitudes que son imposibles de olvidar", ha comentado el director adjunto.

Los principales objetivos de la restauración han sido, según ha detallado el jefe de Pintura Italiana y Francesa, David García, por un lado, la eliminación de los barnices oxidados que transmitían una tonalidad amarillenta a la pintura y, por otro, la regeneración de las zonas alteradas y opacas.

Durante la última fase de la restauración, los profesionales reintegraron cromáticamente todos los daños y faltas de color que habían quedado al descubierto tras la eliminación de los viejos repintes.

"La restauración ha conseguido recuperar el sentido de profundidad de la obra y se ha desligado la zona terrenal de la celestial. En definitiva, se trata de una de las obras más relevantes, que posee un compromiso con la belleza y que se puede apreciar en la anatomía de los personajes", ha detallado.

Las obras incautadas

El director del Museo del Prado, Miguel Falomir, ha asegurado en la presentación que tienen la voluntad "de no tener nada que no esté de forma legal", en relación a las "bastantes" obras documentadas que fueron incautadas de la Guerra Civil, y ha defendido que actuarán así por "decencia" y se ha comprometido a tener la "máxima transparencia".

"Nuestra obligación es documentar todo y tenemos la voluntad de no tener nada que no esté aquí de forma legal. Es el momento de dar un empujón a la investigación", ha asegurado.

Falomir ha augurado que para finales de 2022 o inicios de 2023 podrán tener una lista exhaustiva de todas esas obras incautadas de manera ilegal para ponerlas a disposición de los dueños originarios.

El pasado 20 de septiembre, el Museo del Prado contabilizaba un total de 25 obras documentadas que "probablemente" fueron incautadas por la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico durante la Guerra Civil. Sin embargo, este número ha aumentado tras los últimos estudios del experto en patrimonio y Guerra Civil, el catedrático y profesor emérito Arturo Colorado Castellary, pero no ha podido ser concretado por Falomir.

También ha confirmado que poseen dos cuadros incautados a Pedro Rico, alcalde de Madrid en los años 30, cuyos bienes fueron incautados en la Guerra Civil, y ha dejado abierta la posibilidad a una tercera obra.

Por el momento, según ha revelado, aún no han recibido ninguna reclamación al respecto. Asimismo, de las primeras 25 obras documentadas como incautadas, 22 de ellas ya constaba así de manera expresa en su ficha publicada en la web. En los tres casos en los que no aparece la información en la web, es debido a que el mal estado de las pinturas hace que carezcan de ficha en el portal de acceso a colecciones, aunque están catalogadas en el sistema de gestión de la colección del Museo.

De estas obras, 17 pinturas fueron entregadas al Museo del Prado por la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional entre 1940 y 1942; 5 pinturas entregadas al Museo de Arte Moderno, procedentes de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional (1942), 1 pintura fue entregada al Museo de Arte Moderno, procedente de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional (1943), pero quedó en el Museo de Arte Contemporáneo y pasó al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, desde donde se adscribió al Museo del Prado en 2016 por reordenación de colecciones. También figuran un frutero y un reloj procedentes de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional.

Arturo Colorado, que dirigió el congreso internacional 'Museo, guerra y posguerra', celebrado en el Museo Nacional del Prado en 2019, es el experto encargado de coordinar el trabajo de los investigadores que estudiarán los diferentes archivos y los registros del Museo en profundidad en relación a esta materia tan concreta. Este trabajo se realizará en colaboración con el Área de Biblioteca, Documentación y Archivo.

En el informe provisional sobre estas obras, consultado por Europa Press, se señala además que el Prado conserva en total 62 obras relacionadas con la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional, ya durante el Franquismo (constituido en 1939), o con la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Histórico (constituido en 1936).

Así, junto con las 25 mencionadas, señala 11 pinturas depositadas entre 1936 y 1939 por la Junta Delegada de Incautación del Tesoro Artísico y 26 pinturas, en general muy deterioradas, depositadas en fecha desconocida por la Junta Delegada de Incautación del Tesoro Artístico.