Anna R. Costa presentó en el Festival de San Sebastián su segunda producción para Movistar Plus+ tras Arde Madrid, la serie Fácil sobre cuatro mujeres con diverso grado de discapacidad que viven solas en un piso tutelado en la Barceloneta, en un relato cargado de humor y transgresión que ha salido «muy punki».

La definición la aportó Natalia de Molina, que encarna a uno de los personajes más complicados, Marga, cuya deficiencia es física e intelectual y que le ha exigido un esfuerzo «como nunca en su vida», para ser «leal» al personaje. «Ha sido un desafío en todos los aspectos, pero a la par un acto de amor hacia Marga y hacia mi profesión, a lo que significa ser actriz».

La actriz compareció junto a sus compañeras Anna Castillo (Nata), Anna Marchessi (Patri) y Coria Castillo (Ángels), y a la directora y guionista catalana, quien ha confesado que hacer esta serie ha sido para ella «un trabajo durísimo». La escritora Cristina Morales, en cuya novela Lectura fácil se basa el guion, protestó en una columna por la dulcificación del relato, que consideraba que no reflejaba su esencia antisistema. Costa respondió que respetaba su libertad de expresión pero que «ella solo podía opinar de lo que había cobrado», y recalcó su voluntad de que los trabajadores sociales no fueran todos malos como en el libro.