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Un verano saturado de festivales se salda con récords de público

Los promotores musicales admiten sobreprogramación de conciertos y competencia en fechas, situación salvada por las ganas de disfrutar y bailar de la gente

El concierto de C. Tangana en el Mallorca Live Festival ante decenas de miles de personas. | MANU MIELNIEZUK

Este era el verano en que los festivales y los conciertos podían celebrarse sin restricciones de aforo, sin mascarillas y con la gente bailando tras dos años de pandemia. Había muchas ganas de disfrutar así de la música y eso explica que ante una sobreprogramación de citas musicales en la isla, con conciertos de artistas punteros y entradas a precios elevados, haya habido público para todos. Un gran evento como el Mallorca Live Festival ha batido su récord de asistencia, pero además el cartel de sold out se ha colgado en muchos conciertos de artistas con proyección mundial como Rosalía y Serrat que han venido a la isla de la mano de Trui. Para otros, no ha sido un verano malo, pero tampoco excelente y los hay que se han visto perjudicados por esa extensa oferta.

Maria del Mar Bonet fue la invitada de Serrat. | B. RAMON

El pistoletazo de salida a los grandes conciertos lo dio Antònia Font con su regreso, el 18 de junio en el polideportivo Mateu Cañellas de Inca ante 12.000 personas. El mismo recinto acogió un mes después el Reggaeton Beach Festival, anunciado como el mayor de Europa y que en la primera de sus dos jornadas recibió a 15.000 personas. Su celebración causó graves destrozos en las instalaciones deportivas.

Rosalía, Serrat, Estopa, Fito, Manolo García son algunos de los artistas que han actuado en Son Fusteret, por donde este verano habrán pasado 200.000 personas, recalca Miki Jaume, responsable de la promotora Grup Trui que gestiona este recinto y quien afirma que este dato «es maravilloso para una ciudad como Palma». Con esas cifras, seis conciertos con 9.000 entradas agotadas cada uno y varios llegando a un aforo de 7.000 o 6.000 personas, su balance de esta temporada es «muy positivo».

Pese a ese balance, Jaume califica de «sobreprogramación cultural» lo que se ha vivido en Mallorca en estos meses. «Se pisaban fechas, ha habido conciertos los lunes, los martes, los miércoles... y es verdad que ha habido una grata respuesta en general. Se ha notado que la gente quería saltar y bailar», comenta. Ejemplo de eso fue la noche del 21 de julio, en la que Sebastián Yatra actuó en el antiguo Aquapark de Calvià ante 4.000 personas y Estopa hizo sold out en Son Fusteret ante 9.000 fans.

La vuelta de los Antònia Font fue multitudinaria. | B. RAMON

Aunque para muchos el de Rosalía haya sido el concierto del verano, un espectáculo de «producción exigente» que trajo Trui a la isla, Miki Jaume se queda con «la despedida de Joan Manuel Serrat, porque es la despedida de un músico, de una persona, con la que primero mi padre y después yo hemos tenido relación, es la despedida de un equipo técnico y manager que es impresionante».

Público ‘premium’

En Son Fusteret culmina hoy el Origen Fest, al que han acudido 54.000 personas desde el pasado junio. Organizado por Trui, Danzú y Sharemusic!, Felipe Menéndez, CEO de esta última empresa, considera que este festival de música electrónica se ha convertido «en una referencia para la gente joven. Los jóvenes quieren llegar a los 18 años para poder ir al Origen».

Un hecho curioso que se ha producido este verano es la demanda de mesas VIP en estos eventos musicales, con un 20% de público premium. «Mucha más gente quiere salir y estar más cómoda, por lo que está dispuesta a gastar un poco más», asegura Menéndez, quien cree que se ha producido un cambio de tendencia.

Estopa agotó entradas la misma noche de Sebastián Yatra. | B. RAMON

Conscientes de la saturación de la oferta para este año, Sharemusic! ha aplazado eventos a 2023 y para el Festival de Port Adriano apostaron por traer «a tres grandes artistas internacionales», que han sido Nile Rodgers, Texas y The Dire Straits Experience. «Estamos satisfechos, se ha convertido en un festival referente, de formato mediano, boutique, no masivo, a precios populares. Hemos conseguido la identidad que buscábamos», apostilla Menéndez.

Pese a los buenos resultados del verano, este promotor advierte: «No debemos confundir esta locura con el mercado. Mallorca es un mercado pequeño, conservador».

Un consagrado Nile Rodgers actuó en Port Adriano. | B. RAMON

Este también ha sido el verano en que Mallorca Live ha recuperado su festival (MLF), que se llevó a cabo durante tres días y, además, ha programado conciertos a lo largo del verano, entre ellos el de Marc Anthony y el Dani Martín, los dos con mayor afluencia de público, unas 9.000 personas. El final de agosto ha sido «muy potente», con los conciertos de Drexler, Leiva, Fangoria y Lola Índigo en cuestión de una semana, reconoce Andrés Cabanes, director de Comunicación de Mallorca Live.

El concierto de Rosalía, el más esperado por muchos. | MANU MIELNIEZUK

En cuanto al MLF, que se celebró del 24 al 26 de junio, dobló el número de asistentes de su anterior edición, en 2019. De 33.500 personas pasó a 72.000. Claro que la apuesta fue fuerte: abrieron con Rigoberta Bandini y C. Tangana, contaron con Cristina Aguilera y cerraron con Muse. «Hemos conseguido una fórmula con la que un público más amplio está interesado en venir al festival», analiza Cabanes.

Otra percepción

Este verano saturado de conciertos no ha resultado como esperaban los organizadores del Mobofest, festival que se celebró en Lloret de Vistalegre el 29 y 30 de julio, dos días antes del concierto de Rosalía y en la misma fecha que el concierto de Los Planetas en Calvià. Han rozado los 4.000 asistentes, pero al haber afrontado una inversión mayor y con el esfuerzo que les ha supuesto, «la respuesta del público no ha sido la esperada», explica Toni Jaume, miembro de la organización. «Ha habido una sobreexplotación de acontecimientos», considera. El año pasado, su festival fue de los pocos que se celebraron en la isla y obtuvieron «un gran éxito». Este año, con un cartel «más potente» se esperaban «dar un paso más y no ha sido así». Sin dar nombres, Jaume afirma que «ha habido grandes corporaciones que han programado indiscriminadamente y no han pensado en nadie más». No solo él, el resto de promotores reconocen que este año ha habido mucha competencia para captar grupos.

Marc Anthony arrasó ante unas 9.000 personas. | B. RAMON

«Ser promotor es un riesgo», tiene asumido Toni Rubio, de Rubio Produccions, tras 30 años dedicándose a organizar conciertos. Este año ha traído a Pablo Alborán, a Camela y a Loquillo y M Clan, estos dos últimos a las verbenas de Felanitx, con casi 4.000 personas de público. «Este verano no ha sido malo, pero tampoco excelente», señala. Los costes han subido (como todo en este año), ha habido problemas de fechas y los artistas han incrementado su caché, algo que personalmente no entiende y que ha optado por no repercutir en los precios de las entradas.

El Festival La Lluna en Vers ha observado desde cierta distancia esta gran oferta musical. «Tenemos un público bastante consolidado que confía en nuestro criterio», apunta Carme Castells, directora de la Fundació Mallorca Literària, organizadora del ciclo de conciertos. El más multitudinario fue el de Tanxugueiras, ante 1.100 personas. «Como tenemos un estilo muy diferente de lo que sería Mallorca Live o Son Fusteret, no existe competencia como tal», añade sobre lo vivido estos meses. En su caso, han llegado a 6.000 personas, colaborando con los festivales Mobofest y Albopàs.

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