La prensa también pierde en la traducción. Es difícil encontrar un comentario local sobre los cuerpos de fábula confinados por el canal ITV en un chalet mallorquín. Sin embargo, Mallorca no es en Inglaterra ni el Rey ni Nadal, solo la sede de Love Island, equivalente a que Supervivientes inundara la prosa de los articulistas que en España prefieren seguir hablando de ministros fuera de forma. El reality casi desbanca en la Gran Bretaña a Magaluf, sacrilegio. Duele que te quieran por las razones equivocadas, por si no hubiera otras.
Oferta Flash
Suscríbete a Diario de Mallorca durante nueve meses por tan solo 9,99 euros
CATÁLISIS