La mallorquina Mdmar fue la encargada de abrir el Canet Rock por todo lo alto en su primera edición en Mallorca, seguida del grupo catalán de Anegats. Como cantan ellos, "el mensaje está claro": cautivaron al público venido de todas partes de la isla y la costa mediterránea de la península. El buen rollismo llegó de la mano de Suu con "temazos" para dibujar sonrisas en las caras de los asistentes. El conjunto mallorquín O-Erra fue de los grandes descubrimientos de la velada y Stay Homas se encargó de coger el testigo. La banda sonora de las cuarentenas de este país voló hasta el festival y no dejó indiferente a nadie. Los valencianos Zoo tomaron el relevo con los icónicos temas Ventiladors o Tobogan. Y aunque al público mallorquín le gustan los productos de la tierra, no pudo evitar enamorarse de Els Catarres.

Para seguir "hasta que llegue el alba", Oques Grasses repasó entre lágrimas de emoción y una complicidad eléctrica A tope amb la vida. El grupo se proclamó como una de las actuaciones mejor recibidas de la noche. Pél de Gall hizo justicia a su nombre, poniendo la piel de gallina a todo el recinto y Buhos consiguió la «victoria». Los catalanes trajeron lo mejor de su lado del Mediterráneo con himnos atemporales como Volcans. Cerrando la acalorada cita, Xanguito se hizo con el control del escenario para acabar con la vivacidad e intensidad de La Pegatina. Coreando Mari Carmen mientras el sol asomaba por el horizonte del Canet Rock Mallorca, concluía una de las noches más esperadas del año. Un sueño de verano que parece irreal y suena a corazones gritándole al unísono a la vida.

El numeroso público disfrutó con el completo cartel. | C. PIZÁ