Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Música
Música John E. Fellows Morey y Amèlia Fellows Morey Violinistas

Amèlia Fellows, violinista: "La música clásica nunca morirá"

John E. Fellows y Amèlia Fellows, violinistas desde los dos años, ofrecerán dos conciertos en la isla, uno con Juventudes Musicales de Palma y otro en Valldemossa

John E. Fellows Morey y Amèlia Fellows Morey tocarán en el concierto de Juventudes Musicales en Palma

A los dos años ya tenían un violín de cartón entre manos. Sus padres, reputados músicos, les inculcaron los valores de la música clásica y desde entonces han crecido con un violín como quinta extremidad. A su corta edad ya acumulan varias distinciones como el tercer premio nacional en la categoría de violín solista en Jugend Musiziert para Amèlia Fellows Morey y el primer premio para John E. Fellows Morey. La pareja de hermanos, de madre mallorquina y padre inglés, aterriza ahora en la isla, directos del Landesjugendensembles für neue Musik, para realizar dos conciertos únicos: el primero se realizará la Fundació Sa Nostra de Palma el martes 12 de julio a las 20h con Juventudes Musicales y el segundo en la Fundació Cultural Coll Bardolet de Valldemossa el jueves 14 de julio. Para el primero será imprescindible reservar una entrada donativo de 10 euros llamando al 680 190 683. La joven pareja se enfrenta a un programa que incluye obras de Vivaldi y Haendel.

Su pasión por la música les viene de familia. ¿Cómo empezó todo?

Amèlia Fellows Morey (violín): Sí (risas), nuestra madre (Isabel Morey) es violinista y nuestro padre (Neil Fellows) toca la trompa y el piano, entre otros instrumentos. Desde pequeños nuestra madre nos quiso enseñar a tocar, no porque quisiera que fuéramos músicos, sino porque quería enseñarnos a empezar una cosa y acabarla. Siempre nos dio la opción de dejarlo. Crecimos con el método Suzuki -que te enseña a tocar desde que eres muy pequeño- y tuvimos nuestro primer contacto con el violín a los dos años.

John Ewart Fellows Morey (violín): Nuestra madre nos quería enseñar, además, constancia. Empezamos con un violín de cartón, para aprender los movimientos, y, mientras, escuchábamos al resto de nuestros compañeros. Nos criamos rodeados de músicos y nos gustaba mucho ese mundo. Nos gustaba mucho la música.

Crecieron, entonces, rodeados de referentes, ¿alguno que les inspire especialmente?

J. E. F. M.: Hay muchos violinistas que son muy buenos. Lo que hace a uno especial, más allá de la perfección, que no existe, es la individualidad.

A. F. M.: Cuando escucho a un músico más experimentado, me emociona y me motiva para intentar llegar a su nivel. Hay una violinista que me gusta mucho, Lisa Batiashvili. Tiene un arte para interpretar la misma pieza que otros violinistas de una forma tan diferente que es muy especial.

Lo que hace a uno especial es la individualidad

John E. Fellows

decoration

¿Les pasa eso mismo a ustedes, el hacer suya una pieza e interpretarla con un lenguaje propio?

J. E. F. M: Eso es importante. Hoy en día hay muchas personas que tocan muy bien el violín. Si tienes una interpretación clara e interesante a la gente le gusta más.

A. F. M.: Puedes arriesgarte a que la gente no le guste. Por ejemplo, si están acostumbrados a escuchar a Bach de una forma.

Tocan como solistas y con una orquesta, ¿qué prefieren?

J. E. F. M: Es muy diferente. Cada una demanda un tipo de atención diferente. Como solista tienes una posición más de control, aunque a veces acompañas a una orquesta y debes adaptarte. Cuando tocas dentro de la orquesta esto último es lo más importante.

A. F. M.: No tengo ninguna preferencia. Cuando tocas en una orquesta aprendes, también para el día a día, que no siempre puedes hacer lo que tú quieras.

En una orquesta aprendes que no siempre puedes hacer lo que tú quieras

decoration

¿La música clásica entre los jóvenes se está perdiendo?

J. E. F. M: Depende de dónde vayas. Por ejemplo, en Hamburgo hay mucha gente joven a la que le gusta. A muchos les gusta ir a conciertos, por eso es importante que lo que toques, aunque no sea extraordinario, sea interesante y lo hagas con carácter. No me puedo imaginar que a alguien no le pueda gustar esta música, porque es algo humano, tiene unas cualidades diferentes. El caso es acostumbrarte a escucharla. Como las canciones de otros géneros, que cuanto más escuchamos más nos gustan: con la música clásica es lo mismo, contra más la escuchas más vas reconociendo todas las cosas especiales que tiene.

A. F. M.: La música clásica nunca morirá, es demasiado bella. Hay mucha más gente joven interesada en la música clásica de lo que creemos. En Alemania, donde estudiamos, hay multitud de escuelas de música y orquestas con mucha gente joven. El problema, en general para los jóvenes que no escuchan música clásica, es que no saben cómo es, no la entienden. Se organizó una salida con mi escuela a un concierto y muchos no sabían qué estaba pasando. Todo viene de que los padres no la explican tanto en casa.

¿Cómo se puede enseñar a los jóvenes a entender la música clásica?

A. F. M.: Si no es en casa, en las escuelas. Hay muchas que enseñan música, por ejemplo, la de nuestros padres, en la que cada niño toca un instrumento. Se debe enseñar a ver la música clásica como imágenes. Saber lo que cuenta una sinfonía de Beethoven. Las letras de la música moderna te cantan imágenes. Los compositores clásicos, al crear sus obras, también tenían una historia que contar. Si se enseñara a visualizarlas sólo con las notas, ayudaría mucho.

J. E. F. M: No hace falta saber mucho para escuchar música clásica pero el conocimiento te da otra perspectiva.

Hay mucha más gente joven interesada en la música clásica de lo que creemos

decoration

Son muy jóvenes, Amèlia, 16 años y John, 18, ¿qué ambiciones tienen para el futuro?

A. F. M.: Me gustaría tocar el violín en una orquesta. Sé que es algo que puede ser muy difícil porque hay mucha gente que viene a Alemania de todas las partes del mundo para lo mismo. También me gustan mucho los niños y la idea de enseñarles todo lo que sé sobre música. Pero sobre todo lo importante es seguir disfrutando y conservar este amor por la música.

J. E. F. M: Yo igual: entrar en una orquesta de alto nivel. Es algo muy difícil porque no solo tienes que tocar bien, sino también controlar la cabeza. A veces puede llegar a ser brutal. Por otra parte me gustaría formarme un poco en psicología, en la ciencia de cómo funciona la mente. Tengo muchas preguntas, como músico, sobre, por ejemplo, lo que pasa en mi cabeza antes de un concierto. Y, por último, también me interesa la música de cámara.  

Compartir el artículo

stats