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TEATRO
Entrevista

Diabéticas Aceleradas: «La gente tiene cada vez la piel más fina y hay que ir con pies de plomo en esto del humor»

Tras más de dos años lejos de los escenarios, la compañía teatral mallorquina regresa tras el verano con ‘Sofà, perruca y panades’

'Sofá, perruca i panades', el nuevo espectáculo de Diabéticas Aceleradas

'Sofá, perruca i panades', el nuevo espectáculo de Diabéticas Aceleradas M. Mielniezuk

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'Sofá, perruca i panades', el nuevo espectáculo de Diabéticas Aceleradas Elena García

Tras un parón obligado por la pandemia, Diabéticas Aceleradas regresa con un nuevo espectáculo. Sofà, perruca y panada lleva la firma y el ingenio de Pep Noguera y Carlitos Alcover y verá la luz en noviembre en el Auditorium.

¿Qué relación existe entre un sofá, una peluca y unas panades?

El sofá es en realidad nuestro lugar de trabajo, de donde salen nuestras mejores y peores ideas. Ahí hacemos nuestro brain storm y como pensar da hambre, de ahí las panades. La peluca ya va un poco con la trama de la obra, pero tampoco vamos a desvelarlo todo.

¿Qué se va a encontrar el público cuando vaya a ver su nuevo espectáculo?

La obra quiere resumir y contar cómo se prepara una obra de Diabéticas, desde la parte más profesional a la más íntima. Vamos a compartir cómo nace la idea, qué hay detrás, qué personas nos ayudan, cómo trabajamos... 

Hablando de organización, ¿para cuándo hay que reservar día en la agenda?

Nosotras somos un poco como Bustamante o Pablo Alborán. Nos anuncian casi un año antes. La verdad es que nos ha sorprendido un poco, pero la gente del Auditorium, que son muy profesionales, hace un mes que ya querían cartel, sinopsis y guion... El espectáculo no se estrenará hasta noviembre. Será durante cinco días, del 16 al 20. Lo bueno es que anunciándolo con cuatro meses de antelación, la gente no tiene excusa. El que no puede venir es que no quiere.

Con la colaboración de Santi Taura y na Cirer, explíquense. 

La idea de Santi Taura surge por una llamada que tuvimos que hacerle para solventar alguna dudilla sobre las panades. Nos gustó tanto esa llamada que decidimos incluirla dentro del espectáculo, será un colaborar virtual. Sobre na Cirer, a la que le hemos pedido permiso para poder usar su nombre, se podría decir que es nuestra compañera de piso, un poco cabroncilla e intrépida. 

Diabéticas llevaba un tiempo sin subirse a los escenarios. ¿La Covid ha pasado factura?

Sí, vino esta maravilla de pandemia que paró escenarios y el mundo entero. Yo (Pep Noguera) que soy una persona trasplantada, tuve que tener mucho cuidado porque no quería infectarme ni infectar. Tuve que parar y esperar a vacunarme. Ahora ya, con todas las dosis que me he puesto, puedo chupar una rata de cloaca que no me pasará nada. 

Su página web está encabezada por esta frase: «Una sociedad sana lo primero que ha de saber es reírse de sí misma». ¿Se está perdiendo eso?

¿Si se está perdiendo? No sé si hemos sido nosotros los que hemos perdido el sentido del humor o nos lo han hecho perder, pero se está desvaneciendo. Y ya no es que se pierda, es que nos lo limitan. Ahora hay que tener cuidado con todo e ir con pies de plomo.

¿Qué tema hay tabú en el humor? ¿De qué está prohibido reírse?

Nosotras, como Diabéticas, creo que siempre nos hemos metido con lo que nos ha dado la gana. Fuimos incluso pioneras con la Familia Real. Pero hay que entender que una misma broma puede generar dos reacciones totalmente contrapuestas.

¿La gente tiene cada vez la piel más fina? 

Finísima. Y ya no solo eso. En los últimos tiempos parece que lo que buscan es ofenderse y sacar siempre el lado negativo. Para subirse a un escenario hay que ser un poco psicólogo, leer las expresiones del espectador y averiguar dónde colocar el límite del humor. Lo que está claro es que ese límite no se puede sobrepasar. Las Diabéticas somos ordinarias, porque nos gusta serlo, pero nunca hemos rozado la ordinariez. No todo el mundo entiende igual una broma. Hay cómicos que los límites se los pasan por el forro y eso tampoco es. Al público no se le puede machacar porque te debes a él.

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