Los moldes de escayola a partir de los que Joan Miró creó su escultura Monument en 1970 han regresado a la Fundació palmesana del artista, y tras un laborioso proceso de ensamblaje han quedado instalados en su estudio de Son Boter. La monumental pieza en bronce (250 x 100 x 50 cm), propiedad del Ayuntamiento de Palma, tiene un lugar especial en el corazón de Palma, junto a S’Hort del Rei.

El artista catalán no moldeaba sino que más bien seleccionaba y combinaba objetos encontrados y cotidianos creando así un collage tridimensional. Los dos objetos que conforman Monument, un simple huevo y una pastilla de jabón gastada de tanto limpiar los pinceles del artista, permitieron convertirla en bronce en la fundición italiana Fratelli Bonvicini, y ayer recobraron nueva vida en Son Boter, donde Miró concibió una pieza que ya es símbolo de la ciudad de Palma.