Una broma «desagradable», según palabras de su portavoz, es lo que ha tenido que sufrir en sus propias carnes la exitosa escritora británica J.K. Rowling. La autora de la archiconocida saga Harry Potter ha tenido que pasar por el mal trago de caer en el trampa del dúo cómico ruso Vovan y Lexus, conocidos en su país por gastar bromas telefónicas a personajes famosos de todo el planeta como los cantantes Elton John y Billie Eilish, figuras políticas estadounidenses como Kamala Harris, Bernie Sanders y George Bush Jr. e, incluso, el duque de Sussex, el príncipe Enrique.

En una llamada vía Zoom, los humoristas contactaron con la escritora, haciéndose pasar por el mismo presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. En esta conversación, que la escritora aceptó encantada, la autora británica iba a explicar la labor humanitaria que está llevando a cabo en Ucrania.

Lo que no sabía Rowling es que estaba hablando con un impostor que se hacía pasar por el presidente de Ucrania y éste le iba haciendo una serie de apreciaciones realmente extemporáneas como que la cicatriz que luce Harry Potter en su frente es demasiado similar a la ‘Z’ que la población rusa vincula a la heroicidad de su ejército en el actual conflicto bélico y si podría ser cambiado por el emblema de la bandera de su país, un tridente.

También tuvo que atender a la petición de eliminar la participación del actor ruso Aleksandr Kuznetsov de la última secuela de su otra gran saga literaria Animales fantásticos: los secretos de Dumbledore, a lo que la autora respondió con un «hablaré con la gente y veré qué podemos hacer».