En Renou i silenci (El Punto Amarillo), el veterano fotógrafo Pedro Coll ha trabajado con más de una dualidad en torno a la fiesta de Sant Joan. El bullicio de una celebración contrasta con la solitud impuesta por la pandemia. Las fotografías analógicas realizadas hace 40 años se han tratado digitalmente. Y esas imágenes se complementan con textos y poemas de Joan López Casasnovas. Este libro se ha presentado este pasado miércoles en su Menorca natal y protagonizará una exposición en Ciutadella que llegará a Mallorca más adelante.
Dice Coll (Maó, 1947) que este libro es casi un trabajo de antropología, que se remonta a los años 1976-1982, cuando tenía un proyecto ambicioso que iba a titularse La España a caballo y en el que iba a reflejar tres fiestas populares que se celebran cada año: la menorquina de Sant Joan, la rapa das bestas de Sabucedo, en Galicia, y la feria del caballo en Jerez. Ese propósito no se materializó, pero la parte de Ciutadella «quedó bien hecha», a la espera. Fue durante el confinamiento de 2020, preparando una recopilación de trabajos y anécdotas personales para otro proyecto, cuando su autor las redescubrió. Con la perspectiva de los años, el fotógrafo se sintió más que satisfecho de ese trabajo, hasta el punto que decidió recuperarlo sabiendo «perfectamente qué fotos quería». Además, la selección del material, su escaneado y positivado con la tecnología actual, «me confirma que tenía muy claro lo que hice en aquel momento. Tenía el nivel que se exigía y no quitaría nada», afirmó ayer Pedro Coll, poco antes de presentar el libro en Ciutadella y en medio del montaje de la exposición en El Roser.
Renou i silenci se estructura en seis partes con las que explica diferentes aspectos de la fiesta de Sant Joan a través de sus fotografías en blanco y negro, entre las que ha insertado algunas actuales y en color. Su intención es trasmitir la soledad y el silencio que hemos vivido en estos dos últimos años en contraste con el bullicio de esta «secular costumbre ciutadellenca».
Entre este material rescatado, inédito, Coll ha incluido una fotografía muy especial, una que disparó sin darse cuenta justo cuando era arrollado por un caixer y su caballo. En la imagen se ve parte de la cabeza y pecho del animal y algunos jóvenes despedidos por el golpe. Fue el 24 de junio de 1976. «Aquel día mi vida podría haber cambiado drásticamente», afirma el fotógrafo.
Las fotos de Pedro Coll se complementan con los textos de Joan López Casasnovas, estudioso de la cultura menorquina a quien el fotógrafo descubrió muchos años atrás cuando el escritor publicó Galops i glops con el pseudónimo de Pere Xerxa.
Casasnovas analiza la fiesta ciutadellenca, casi realiza «una tesis», en palabras del fotógrafo, e invita a no dejarse llevar solo por el ruido festivo, «sino buscar también sus silencios, probarlos bien y saborearlos» a través del arte fotográfico de Pedro Coll.
