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Vincent Lalire: «Buscar patrocinadores es el gran reto para los que nos dedicamos a la cultura»

El músico ha creado la orquesta Nova Simfonia Clàssica del Mediterrani

Vicent Lalire pretende hacer crecer la nueva orquesta con más músicos. | P. ESTELRICH I MASSUTÍ

Vincent Lalire fue trombonista de la Simfònica desde sus inicios. Tuvo que dejar de tocar hace unos años por una enfermedad muscular. Ahora ha formado una orquesta profesional que con el nombre de Nova Simfonia Clàssica del Mediterrani se presenta el próximo sábado en el Teatre Xesc Forteza de Palma, a las 20 horas

¿Cómo ha salido el proyecto de crear una nueva orquesta profesional?

Soy antiguo instrumentista de la Simfònica y hace diez años que tuve que dejar de tocar por una distonía focal de los músculos orbiculares. Pero para mí, la música lo es todo y tengo la necesidad de mantenerme vivo en ella. Es por eso que, al no poder tocar, me di cuenta que hay otras maneras de estar activo, una es a través de la dirección. Por eso tomé clases de algunos grandes maestros de la dirección orquestal y coral en Rumania, Francia, Bulgaria, como Ros Marbá, Philippe Bender, Felipe Aguirre, Arturo Tamayo y otros. Por otra parte, he visto que otros músicos profesionales de la isla, algunos de la Simfònica y otros del Conservatorio y de otras escuelas de música, tenían las mismas aspiraciones, con lo que me puse manos a la obra. Desde aquí hago un llamamiento a esos músicos que quieran añadirse al proyecto. De momento somos dieciocho, pero la idea es crecer mucho más, en tamaño y en programación.

¿Cuáles son los objetivos de esa nueva formación?

Hacer música para fomentar que el público vaya a los conciertos. Me pregunté: ¿por qué se llenan de jóvenes los estadios cuando actúa André Rieu, por ejemplo, y en cambio la media de edad de los que asisten a las sesiones de la Simfònica aumenta cada día? Entonces pensé que debe de existir una manera para que aquí pase lo mismo, que los jóvenes asistan a los conciertos de música clásica. Queremos que el público disfrute y que los músicos también lo pasemos bien.

Ha hablado que quiere aumentar la asistencia a los conciertos de un público joven. ¿Cómo puede conseguirse este objetivo?

Proponiendo programas amenos, con piezas conocidas, intercalando elementos teatrales y otros a cada concierto, para reunir a la gente en torno a un proyecto atractivo. También a través de una puesta en escena curiosa. Así que, en ese primer concierto estableceremos un diálogo entre el director y el compositor, como si Mozart o Tartini estuvieran presentes. Para ello, he conseguido la participación de Nigel Carter que se pondrá en la piel de esos maestros del pasado, vestido con la indumentaria de la época, a través de unos trajes que ha realizado, para la ocasión, la empresa Golden Mask.

¿Por qué, este proyecto, justamente ahora?

Bueno, desde hace unos años se han ido creando en las islas nuevas formaciones y muy competentes, con lo cual nuestro proyecto no será un caso aislado, sino que pondremos un grano de arena para hacer crecer el movimiento cultural de la isla. Queremos situarnos entre esas formaciones que ya existen, de músicos amateurs o de jóvenes intérpretes. De hecho, esta idea tenía que haberse presentado hace año y medio, pero por motivos obvios derivados de la pandemia se ha retrasado hasta ahora. Por otra parte, hoy ya existen en las islas intérpretes que pueden tocar como solistas, así que invitaremos a músicos de aquí para que puedan interpretar obras del repertorio para solista y orquesta. De hecho en ese primer concierto tenemos a dos buenos maestros: Ciril Puillet, trompeta y Jordi Miralles, oboe.

Cómo músico que participó desde sus inicios: ¿Qué representó la creación de la Simfònica?

La Simfònica, hace poco más de treinta años, representó un revulsivo en las islas. La creación de una orquesta sinfónica profesional fue el detonante para que el ambiente de conciertos en directo fuera en aumento. La Simfònica fue una entrada de aire fresco a la hora de renovar el ambiente musical de las islas. Nunca valoraremos lo suficiente el tener una Simfònica como la que tenemos.

¿Es, esta nueva formación, una orquesta de ámbito mallorquín?

No, de entrada es de ámbito balear, con la idea de poder ir a tocar incluso fuera del archipiélago, a modo de promoción de la isla a través de la música.

Llegados a este punto es necesario hablar de dinero: ¿Cómo se sostendrá esa nueva formación?

Hay que decir que, por el momento, no tenemos ayudas públicas. Para este concierto solamente el ayuntamiento de Palma aporta el teatro y una partida que nos permite pagar la seguridad social. Lo demás viene de la venta de entradas y de algunas empresas privadas como Pere Seda y Musicasa. También es necesario agradecer a la Jove Orquestra de les Illes Balears la cesión de algunos elementos como atriles o partituras así como del lugar de ensayo. Hay un porvenir para las orquestas privadas, buscar patrocinadores es el gran reto que debemos afrontar los que nos dedicamos a la cultura.

¿Cuál es el programa para este concierto de presentación?

Empezaremos con la Pequeña Serenata Nocturna de Mozart y las Danzas Rumanas de Bartok, en la primera parte. Luego tocaremos el Concierto para oboe de Marcello, que tiene un segundo movimiento muy conocido y utilizado en películas y anuncios, para terminar con un Concierto para Trompeta y Orquesta de Tartini, el considerado creador de lo que hoy entendemos como concierto con solista. Hemos incluido la trompeta como metáfora, pues es el instrumento que indica poder. Y nosotros estamos convencidos que podemos llevar a buen puerto esa iniciativa, que espero pueda interesar a los ayuntamientos y a los festivales de las islas. Ah! Y a los futuros patrocinadores.

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