Contesporles celebró este domingo su quinta edición con actividades y cuentos para todos los públicos, desde historias pensadas y narradas para bebés a otras que solo son para mayores de edad. Tras el parón al que obligó la pandemia, este festival regresó con éxito de participación. Este domingo, Esporles fue un pueblo de cuentos.

El paseo de Esporles se convirtió ayer en una especie de Sant Jordi de dimensiones más reducidas, con paradas de libros que habían montado diferentes librerías. Grandes y pequeños curioseaban los cuentos y, además, podían asistir a las actividades y espectáculos programados, aunque muchos de los que se llevaban a cabo a puerta cerrada ya habían agotado las entradas el primer día en que salieron a la venta.

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Cuentos para todos los públicos en Esporles Guillem Bosch

Olga Terrassa, portavoz de la asociación Contesporles, dio la bienvenida a este festival y explicó que este año habían querido ser prudentes y por responsabilidad habían decidido no organizar determinadas actividades como Contes a ca meva, que se celebraba en casas particulares, y mantener aforos más reducidos que en otras ediciones, además de celebrar tan solo una jornada de actividades en vez de dos. «Esperamos que todos estos cambios no afecten al germen de este festival y que lo vivamos con ilusión y alegría, que sea como los otros años», concluyó la coordinadora.

Terrassa agradeció la colaboración del Ayuntamiento de Esporles, Caixa Colonya, Consell de Mallorca, Govern, Editoral Baula, la OCB, el Gremi de Llibreters y de los artistas invitados, dispuestos a bajar su caché para participar, además de los comercios y entidades colaboradoras y de los voluntarios.  

Con el pasacalles con música a cargo de Viatge al món de n’Aina comenzó la animación. Antes, el chupinazo daba por inaugurado este nuevo Contesporles.

Durante la mañana, Francisca Nadal organizó el taller de manualidades para niños con el que creaban sus personajes de cuentos. El periodista Juan Carlos Palos guió una ruta ‘encantada’ por el pueblo; Tomàs Vibot fue el encargado de otra sobre misterios y Susagna Navó entretuvo a los más pequeños con sus narraciones sobre animales, empleando para ello palabras, sonidos y objetos que conseguían captar su atención. 

Por la tarde continuaron las actividades y los cuentacuentos, ampliando la oferta para los adultos.