Miles de jóvenes, más de 9.000, según la organización, volvieron a llenar el Parc de sa Riera el pasado fin de semana atraídos por la música. Si hace poco más de un mes Rels B se consagró en este espacio como un artista único, con un poder de convocatoria solo al alcance de unos pocos, el pasado sábado y domingo fue la electrónica la que funcionó como reclamo, logrando que la primera edición del festival Brunch in the Park se haya convertido en un «éxito».
Para los organizadores valió la pena la espera, porque este festival, ya ideado antes de la pandemia, tuvo que estar paralizado dos años a causa del coronavirus. Distinta opinión tuvieron algunos vecinos de Es Fortí, que cargaron contra los decibelios, contra «el molesto ruido», en redes sociales.
Nicole Moudaber fue una de las reinas de la primera jornada, que reunió a cerca de 3.000 jóvenes en la pista de baile, que también se movió al ritmo que marcaron los Dj’s Kiko Navarro, Edu Imbernon y Javitoh. Por la mañana, 1.500 personas disfrutaron del Petit Brunch, que ofreció un amplio abanico de actividades y talleres al aire libre pensado para los más pequeños y también para toda la familia.
El domingo los números volvieron a ser similares. Patrick Topping, DJ inglés que lleva años reventado Eivissa y que ha pinchando por clubes de medio mundo, fue una de las estrellas. También gustaron las propuestas de Rodríguez Jr. y Manu Sánchez.
