Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Escritor
Entrevista

Juan Planas Bennàssar: «Seguramente este sea mi libro más poético y sin embargo está escrito en prosa»

«Uno de los males de la edición es la distribución y otro la supeditación al universo de las subvenciones»

El escritor Juan Planas Bennàssar. PERE ESTELRICH

El autor mallorquín presentó ayer en La casa del libro de Palma su último volumen, ‘Las piedras del águila’, una metáfora de la complejidad entre el conocimiento y la palabra que intenta comprenderlo.

Piedras y águila, ¿el peso y la fluidez?

En efecto, pero aquí no son contradictorios, pues en el título se esconde una metáfora de lo que hacen las águilas: esconden en su nido unas piedras que sirven para avanzar el nacimiento de los aguiluchos. A mí, este hecho me sirve de excusa para introducir la complejidad entre el conocimiento y la palabra que intenta comprenderlo. Y es que en realidad nunca llegamos a comprender todo lo que decimos o sentimos.

La metáfora es un elemento que está muy presente en su literatura.

Claramente, pues siempre hablamos a través de metáforas, el mismo nombre de las cosas es ya una metáfora en sí. Ahora bien, de lo que trato es de la necesidad de poner en el plato de una balanza el lenguaje y en el otro la palabra. El lenguaje es insuficiente, no nos basta y sufrimos la paradoja de que los mundos que construimos con palabras tampoco se comprenden, por eso es tan difícil hablar de un libro como este, que es un vaciado de conciencia, un paseo entre la idea de principio y fin, pues todos nacemos y morimos, a pesar nuestro.

Y entre los dos hechos, volamos, como el águila.

Mejor diría, naufragamos y vagamos. Entre el nacer y el morir está todo, ya que nacer y morir no pertenecen a la vida, pero sin embargo son obsesiones que nunca nos abandonan.

¿Qué hay de auto biográfico en ese libro?

Mucho, pues hablar de biografía es hablar de sentimientos, de pensamientos, hablar de tiempo y espacio. Pero lo que cuento no quiere decir que haya pasado exactamente, pero forma parte de mí.

¿Y de poesía?

Seguramente este sea mi libro más poético y sin embargo está escrito en prosa. En él están todos mis temas, el amor, la belleza, Marilyn Monroe, la muerte, las contradicciones que me han seguido desde siempre, el temblor de las cosas al ser nombradas, en fin, todo lo que me convierte en un ser humano está en estas páginas.

Pero en el fondo, al escribir sobre sí mismo, ¿no le condiciona?

Todo es interpretación, no realidad. Lo que yo veo o siento no tiene por qué coincidir con lo que ven o piensan los demás sobre mí. Pero todo autor debe ir evolucionando a través de los distintos libros que escribe. Y en esa evolución va enseñando las claves para entender su literatura.

¿Escribe para publicar o no piensa en ello cuando escribe?

Escribir es una cosa y publicar otra muy diferente. Una vez escrito, el libro se pone en un cajón donde va fermentando. Incluso puede que este proceso dure años hasta que está realmente acabado. Por otra parte, considero que he tenido bastante suerte pues siempre he encontrado editores que han querido publicar mis escritos.

¿Cómo definiría el mundo de la edición en nuestro país?

Con una palabra muy dura y muy real: desastroso. Y uno de los males de la edición de libros es la distribución y otro el de la supeditación al universo de las subvenciones, muy subjetivo y siempre movido por las circunstancias políticas. A mis dos últimos libros se les ha negado cualquier tipo de subvención y no por ideología, por el idioma, supongo.

De todas maneras, aquí se lee muy poco y se publica mucho. O hay demasiados libros o faltan lectores o las dos cosas.

Compartir el artículo

stats