La fascinación por el Antiguo Egipto se ve colmada en la exposición que CaixaForum Palma inauguró ayer en colaboración con el British Museum. Papiros, estatuillas, joyas, esculturas, objetos de decoración, otros propios de rituales, la réplica de parte de un sarcófago… Un total de 137 piezas se exhiben en Faraón. Rey de Egipto, una muestra que permanecerá instalada en el Gran Hotel hasta el 22 de mayo.
El poder del faraón, su representación, su vínculo con los dioses, la organización de Egipto, la amplia corte de la que se rodeaban, entre ellos los altos funcionarios que se encargaban de la educación de los príncipes y princesas, las obligaciones y el paso a la otra vida son algunos de los aspectos que estructuran esta exposición, con la que CaixaForum quiere dar a conocer la historia escondida de los faraones, que gobernaron Egipto desde el 3000 a.C. hasta el año 30 a.C, cuando se produjo la conquista romana.
Marie Vandenbeusch, comisaria jefe de esta exposición y miembro del departamento del Antiguo Egipto y Sudán del British Museum, explicó ayer desde Londres, mediante conexión por internet, que esta exhibición de 137 objetos permite conocer diferentes cuestiones no solo en torno a la figura del faraón, sino sobre todo el funcionamiento del país y cómo era la vida en esa época. A partir de algunas de las piezas que se pueden ver, la egiptóloga comentó la importancia que tenía la veneración al faraón, su relación con los dioses, la función de los templos como centro de poder y también la organización del Estado, con miles de funcionarios al servicio del rey.
Fascinación por su civilización
En opinión de Vandenbeusch, la fascinación que sigue despertando la historia de Egipto se debe a que el clima del país ha permitido la conservación hasta nuestros días de tumbas, restos humanos y otros elementos, que no ha sido posible en otros lugares ni con otras culturas, con el consiguiente conocimiento más profundo de esta civilización.
Sobre la atracción que ejerce la civilización egipcia, también Margarita Pérez-Villegas, directora de CaixaForum Palma, afirmó que «la fascinación por el antiguo Egipto no se agota nunca». En cuanto a la organización de esta exposición y su montaje, resaltó la colaboración institucional y la «gran sintonía» entre la Fundació la Caixa y el British Museum.
El recorrido por Faraón comienza con «tres piezas emblemáticas» e «interesantes que permiten ver y entender cómo querían ser representados los faraones», comentó la comisaria de la exposición. Una de ellas es la cabeza en arenisca de Mentuhotep II, expuesta junto a la cabeza en limolita verde de Tutmosis III, acompañadas en la misma vitrina por la estatua inacabada de un faraón ptolemaico, esculpida en basalto. Vandenbeusch señaló que estas figuras nos dan una idea de cómo los reyes de Egipto querían aparecer, como «un hombre joven y poderoso», aunque no siempre sea así.
La comisaria de la exposición, quien ha contado con la colaboración de Neal Spencer, conservador del departamento del Antiguo Egipto y Sudán, destacó otras muchas piezas que se pueden ver en esta exposición. Algunas de ellas, como la estatuilla que representa a la diosa Isis amamantado a su hijo Horus, la estatua del dios halcón Re-Horakthy protegiendo el cartucho que contiene el nombre de Rameses II o la estatuilla del dios Amón-Re, en plata y oro, encontrada en el centro del tempolo de Karnak, representan la interacción de los faraones con las deidades.
La exposición no sigue un orden cronológico, sino que aborda la figura del faraón desde nueve perspectivas o ámbitos: Egipto, la tierra de los faraones; los hijos de los dioses; los símbolos de poder; los templos; la vida de la realeza; la administración del país, con funcionarios y gobierno; la guerra y diplomacia; los extranjeros que accedieron al trono y, por último, la vida eterna, la muerte del faraón y todo lo que implicaba asegurarse una buena vida después de esta.
En cuanto a los símbolos de poder, Vandenbeusch destacó que a los faraones se les seguía venerando incluso mucho después de su muerte. En relación a esta cuestión, la comisaria mostró la imagen de una vasija con los nombres del faraón Pepi I, objeto que además demuestra la habilidad d e los artesanos reales de esa época, y que se puede contemplar en la exposición.
Por la filigrana que es y por su pequeño tamaño, Vandenbeusch también habló de otra de las piezas, un adorno en forma de escarabajo con alas, con un disco solar entre las patas, que representa el nombre de trono de Senuseret II.
Faraón. Rey de Egipto también exhibe cartas cuneiformes. En una de ellas, el rey babilonio Burnaburiash se queja al faraón Akhenaton por la poca cantidad y calidad de los regalos recibidos.
Actividades complementarias
Esta exposición, que «es una reflexión sobre el poder y la diplomacia», se verá completada con el ciclo de conferencias Historia del Nilo. También habrá visitas guiadas y una charla a cargo de la arqueóloga Núria Rosselló dirigida a toda la familia.
