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ARTE CRÍTICA

Cuando el hormigón se convirtió en un lecho

Pieza de Lucas Simões, inspirada en ‘La dormición del Arte’ de Artemisia Gentileschi.

A simple vista, una serie de volúmenes curvos, contundentes pero sinuosos, que proyectan sugestivas sombras en el suelo y en la pared de la caja blanca. Reconozco curiosidad de mi parte: buena señal, sin duda.

Ya más cerca, se revela que aquello que no lo parecía, es en realidad hormigón. ¿Puede la mona dejar de serlo si se la viste de seda? ¿Puede el hormigón desvestirse de frialdad para convertirse en un elemento sensual? ¿En un cálido lecho de sinuosa forma?

Lucas Simões (Cantanduva, Brasil, 1980) sí puede hacerlo. Su formación como arquitecto y su investigación en la arquitectura brutalista hacen que este artista, cuya relación con la Galería Pelaires data ya de hace algunos años, conozca bien las particularidades y caprichos de este material. De hecho, el trabajo de Simões se ha caracterizado por la exploración de los límites y la imprevisibilidad del comportamiento de los materiales. Para él, la técnica y la poética van de la mano. Esta es, de hecho, una premisa compartida con los músicos: sin técnica no hay expresión.

Pieza de Lucas Simões, inspirada en ‘La dormición del Arte’ de Artemisia Gentileschi.

Para esta ocasión, Simões presenta una serie de esculturas realizadas entre 2015 y 2020, inspiradas en la obra “La dormición del Arte”, según el autor, atribuida a la malograda artista del siglo XVII Artemisia Gentileschi; artista a quien me gustaría aprovechar para visibilizar aquí, aunque lo cierto es que se merecería mucho más que unas simples líneas para alabar su tenacidad, valentía y sobre todo, por su extraordinaria capacidad pictórica a pesar del asfixiante machismo que debió sufrir por reivindicar su papel de pintora en un Barroco italiano que luchaba por los derechos de todos los artistas siempre y cuando tuvieran pene.

Pieza de Lucas Simões, inspirada en ‘La dormición del Arte’ de Artemisia Gentileschi.

En fin, volviendo a Simões y a su obra, ciertamente sus esculturas parecen inspiradas en las contorsiones corporales de los personajes dormidos de Gentilleschi. En el caso del brasileño, sus personajes son bellos durmientes de hormigón aletargado, cuyos sueños, vamos a permitirnos fantasear un poco, son las proyecciones en sombras y luces que inundan el espacio de la galería.

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