Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Reforman la Misericòrdia con la técnica tradicional del Románico

El aljibe bajo el patio de mujeres se abrirá al público y volverá a tener agua. La segunda fase de la rehabilitación del edificio llega al 70%

Cladera obras Misericòrdia Consell

El maestro cantero «ha estado día y noche tallando la piedra y colocándola tal y como se hacía antiguamente, hace mil años, en el Románico». Lo explicó este miércoles uno de los arquitectos del Consell, Maties Togores, para destacar el «resultado fantástico» de cuatro bóvedas (tres de arista y una de pañuelo) que forman parte de la rehabilitación del edificio de la Misericòrdia. La segunda fase, de 6,3 millones de euros, afronta la recta final tras concluir el 70% de las obras, indicó la presidenta de la institución insular, Catalina Cladera, durante una visita en la que se pudo comprobar la ardua labor artesanal. «Las piedras de marés han sido cortadas una por una con unas planillas y después colocadas en su lugar, sin arcilla ni hormigón ni hierro ni acero ni nada. Hacía muchos años que no se construían bóvedas nuevas y menos de esta manera», resaltó el arquitecto, que firma el proyecto con Catalina Riera y el ingeniero Julio Trillo.

Cuando termine esta fase de la reforma, a finales de año o inicios de 2023, comenzará la tercera, que está redactando el arquitecto Esteve Torres, entre otros. Y la cuarta y última llegará después para que, en el futuro, los 14.600 metros cuadrados del inmueble del siglo XIX se destinen a «usos administrativos, como ya ocurre, y se amplíen los culturales, que sirvan para difundir una parte de la historia de Mallorca y Palma», en palabras de Cladera.

El «gran desconocido», según añadió sobre el antiguo hospicio de Ciutat, esconde tesoros como un aljibe de 250 metros cuadrados bajo el llamado patio de mujeres. Ahora solo está a la vista el patio de hombres, al que se accede por la plaza del Hospital, aunque las obras actuales sacarán a la luz el ala oeste del inmueble, donde se hallan las bóvedas artesanales y el citado depósito. «Hemos hecho un túnel por debajo del edificio para abrir el aljibe, que se podrá visitar», afirmó Togores sobre un espacio «construido con marés, con techos de casi siete metros de altura, cuatro pilastras centrales y nueve bóvedas de crucería». El proyecto contempla cubrirlo con una lámina de agua e instalar una pasarela de madera para caminar por encima, por lo que «con un poco de música», será un lugar «fantástico para visitar y el fin de fiesta del centro de interpretación previsto», concretó.

Las fachadas se unirán con pasarelas elevadas B. Ramon

Los jesuitas fundaron en el año 1677 la desaparecida Casa de la Misericòrdia y en el siglo XIX fue sustituida por el inmueble que hoy conocemos, donde estaba el orfanato. Su historia será contada en el propio recinto, «no solo la parte arquitectónica, también la social, como los talleres en los que los huérfanos aprendían oficios: zapatero, herrero, carpintero... y había una gran imprenta».

Espacios diáfanos

Hasta que comenzaron las obras de la segunda fase (la primera se hizo en 2003), el antiguo hospicio de mujeres se conservaba tal como era, pero ahora los espacios «son diáfanos para percibirlos en su totalidad», fruto del derribo de paredes construidas después del edificio originario y que «fueron cuarteando los interiores», dijo. La rehabilitación en curso abarca más de 4.000 metros cuadrados entre el aljibe, la parte del edificio del Hospital de Nit, el antiguo depósito del Arxiu General y el patio de mujeres, en el que habrá tres pasarelas que unirán las dos alas del complejo. El objetivo de esta reforma es que la Misericòrdia se abra más a la ciudadanía.

Compartir el artículo

stats