El baile como puro placer, liberación para el cuerpo y subversión llega al Teatre del Mar de Palma con Hacemos como que bailamos, de la compañía Unaiuna, que se podrá ver del 21 al 23 de enero.

El espectáculo es la conclusión de dos años de investigación en torno al placer de bailar, un viaje sensorial a través de cinco intérpretes que anhelan la desinhibición, la música, el ritmo y un combinado de hormonas y sentimientos que emulan la danza, informó ayer la sala palmesana en un comunicado.

Bailar es la subversión, la revuelta de los cuerpos adiestrados, encorsetados, adormilados, rendidos, exhaustos de cotidianidad, de responsabilidad, de vida adulta y de normalidad; es la extravagancia al acecho y la liberación corporal, «la bestia, la furia y la fiesta».

El espectáculo de danza surge de una necesidad de las creadoras de encontrar puntos en común entre los individuos, la danza y el placer. Después del confinamiento, y con la situación restrictiva actual, se dan cuenta de que la sociedad tiene la urgencia de encontrar espacios de recreo, de fiesta, de liberación y una de las actividades que mejor lo proporciona es la danza.

El espectáculo explota esa necesidad generando un sentimiento común de libertad desde el cuerpo, la música y el espacio.

La compañía Unaiuna

Unaiuna es la unión de dos coreógrafas y bailarinas que tienen un mismo recorrido académico, artístico y profesional, Laura Lliteras y Marina Fullana, que se conocieron cursando el grado profesional de danza clásica en Mallorca, y que realizaron el grado profesional de danza contemporánea y el grado superior de coreografía en el Institut del Teatre de Barcelona. Cuando acabaron la formación, pasan a formar parte de la joven compañía IT danza, bajo la dirección de Catherine Allard.

Lliteras y Fullana son las directoras de Hacemos como que bailamos, y también dos de las intérpretes del espectáculo, junto a Jesús Benzal, Júlia Godino e Ior Labat. La dramaturgia la firma Joan Fullana.