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Cuando Ava Gardner estuvo en Mallorca

En este 2022 se cumplirá el centenario del nacimiento de Ava Gardner, quien visitó la isla en diferentes ocasiones en los años 50 y 60 del siglo pasado para ver a su amigo Robert Graves

La familia Graves recogió a Ava Gardner en Son Bonet la primera vez que llegó a Mallorca. Archivo Familia Graves

Este año se recordará especialmente a Ava Gardner, ya que la mítica actriz nació el 24 de diciembre de 1922. El centenario es la excusa perfecta para recordar que la conocida como «el animal más bello del mundo» estuvo en Mallorca, y más de una vez. Su presencia no puede desligarse de la amistad que mantenía con el escritor Robert Graves, afincado en Deià.

La primera vez que Gardner pisó Mallorca fue en marzo de 1956. Pocos meses antes se había estrenado en España, donde residía entonces, su última película, La condesa descalza. La actriz llegó a la isla por consejo del matrimonio formado por Ricardo y Betty Sicre y se iba a hospedar en casa de otro amigo, la de Robert Graves en Deià. De su llegada a Son Bonet, donde fue recogida por la familia del autor de Yo, Claudio, hay una imagen, que pertenece al archivo de la familia del escritor, foto en la que inevitablemente la mirada queda centrada en ella.

En esa primera visita, Gardner estuvo una semana, un tiempo en el que Graves no escribió nada por primera vez en muchos años, según admitió él mismo. La actriz llegó con el propósito de huir de Madrid, descansar, reforzar su gramática castellana y cultivarse en poesía inglesa. Según recoge la Fundació Robert Graves, «Ava vino a trabajar con Graves en una traducción de Embrujo de Sevilla de Carlos Reyles».

La actriz, en una corrida de toros en Bilbao. EFE / CECILIO

En esos días, se bañaron en el mar, pasearon por Deià, comieron en El Patio y hablaron de poesía, de cine, según quedó reflejado en escritos del propio Graves... Entablaron una amistad que perduró hasta la muerte del escritor, en diciembre de 1985.

Graves le dedicó el libro de relatos Un brindis por Ava Gardner y el poema No dormir, en el que describe su sensación durante el tiempo que compartió con la actriz.

No es fácil averiguar cuántas veces visitó Ava Gardner la isla, sus biografías, incluso los libros con sus memorias, se centran en sus relaciones amorosas, en su carrera en Hollywood y en la vida que llevaba en Madrid, que inspiró la serie Arde Madrid, dirigida por Paco León.

Ava Gardner y Robert Graves. ARCHIVO FAMILIA GRAVES

Gardner también estuvo en Deià en el mes de julio de 1961, en la celebración del cumpleaños de su amigo Graves. Uno de los protagonistas de la noche fue un joven guardia civil en el que se fijó la estrella de cine. Antonio García Vega revivió este episodio unos años atrás, en una visita al pueblo, invitado por el Ayuntamiento y la Casa Museo de Robert Graves, acto en el que también participó Guillermo Graves, hijo del autor inglés. Según relató el ya jubilado agente de la Benemérita, la actriz estuvo hablando con él durante la fiesta y le invitó a acabar la velada en un yate, proposición que el joven rechazó.

Ava Gardner y Frank Sinatra en Tossa de Mar. EPA/STAFF

Quizás fue esa la fiesta que recuerda la modista María Coll, de Deià, en una entrevista realizada por Juana María Seguí Aznar, profesora especializada en filología inglesa, para su tesis Robert Graves y Mallorca: su narrativa breve mallorquina. Según explicó Coll, Graves «se quejaba de que nunca había tenido tantos invitados a su fiesta como ese año, pero que todos al llegar preguntaban: Dónde está Ava Gardner», olvidando al anfitrión y su cumpleaños».

También se acordaba de la fiesta y de la actriz años después Juan Francisco Vidal Bucher, quien conoció a la familia y fue amigo de los hijos de Graves. «Yo casi me emborraché tanto como ella. Todo el mundo se emborrachaba. Íbamos a buscar vino a Binissalem antes de la fiesta, a Luis Ferrer», relató también a Seguí durante su investigación.

Ava Gardner y Luis Miguel Dominguín. EFE/ARCHIVO

Su biografía

Ava Lavinia Gardner nació en Brogden, una zona rural del estado de Carolina del Norte, en una familia pobre que se dedicaba al cultivo de tabaco y algodón. Fue la pequeña de siete hermanos.

Que llegara a ser una estrella de cine se debe a una casualidad. En 1940, durante una visita a una de sus hermanas en Nueva York, su cuñado la fotografió y colgó la imagen en el escaparate de su estudio de fotografío, en la Quinta Avenida. Y allí la vio un cazatalentos de la Metro-Goldwyn-Mayer y empezó una carrera al estrellato y una leyenda del cine.

Los asesinos, Mi pasado prohibido, Las nieves del Kilimanjaro, Mogambo, 55 días en Pekín, La noche de la iguana y la antes mencionada La condesa descalza son algunos de los títulos que protagonizó.

Fue otra película, Pandora y el holandés errante, la que la trajo a rodar a España, cuando tenía una relación con Frank Sinatra, quien se convertiría en su tercer marido, después del actor Mickey Rooney y del músico Artie Shaw.

En el rodaje de Pandora tuvo lo que ella calificó de «un error» con el torero y actor Mario Cabré, una relación corta. Pero Ava Gardner también descubrió un país que la enamoró y en el que vivió de 1954 a 1968. Disfrutó de «un mundo subterráneo de grandes fiestas, de juergas interminables y de sexo», según Marcos Ordóñez, autor de Beberse la vida. «España era un país muy barato, tenía amigos y descubre el mundo de las fiestas nocturnas con esa mezcolanza de toreros, aristócratas y gente de la farándula», añade Ordóñez .

En esa época también mantuvo una relación con el torero Luis Miguel Dominguín y se juntó con intelectuales, artistas y llegó a ser vecina del expresidente argentino Juan Domingo Perón y de su segunda esposa, convivencia que se veía alterada por las fiestas que daba Gardner en su piso.

La actriz abandonó España en 1968, por problemas con Hacienda, y se instaló en Londres. Allí murió en 1990 a causa de una neumonía.

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