Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Musicales

Ricard Reguant: "Es muy difícil encontrar una canción que haga reír, Raffaella Carrá lo conseguía"

El director teatral, maestro del género musical, está al frente de 'Para hacer bien el amor hay que venir al sur', espectáculo que este viernes se representa en el Trui Teatre (20.30 horas)

Ricard Reguant, director teatral, dramaturgo

¿Qué cuenta el musical que podremos ver en el Trui Teatre este viernes, a partir de las 20.30 horas?

Nos cuenta tonterías. El texto es lo de menos, es divertido, para pasar el rato. Lo que sí nos pone es alegres, que es lo que pretendía siempre Raffaella Carrá con sus canciones: un punto de alegría, de locura, de ganas de vivir… Eso es lo que tenemos ganas de contar con nuestro musical. El texto no es Shakespeare pero es muy divertido, lo suficiente como para que el público se lo pase muy bien durante una hora y media. 

Bienvenida la diversión para un fin de año angustioso.

Sí. Nosotros estrenamos precisamente el 1 de octubre de 2020 en La Latina, justo el mismo día en que se aplicaron las restricciones de movilidad. Con este espectáculo pretendemos que la gente se olvide de los problemas. 

¿Qué hace grande las canciones de la Carrá?

No hay edad para las canciones de Raffaella Carrá. Las discotecas se siguen cerrando con sus canciones. Es algo increíble, porque tampoco estamos hablando de los Beatles. Su música es tan divertida… te hace olvidar la vida. Una canción como ¡Qué dolor! Una mujer en el armario es una tontería absoluta pero hace reír, y es muy difícil encontrar una canción que provoque eso. Ella lo conseguía. 

¿Estamos ante un homenaje a la cantante italiana?

Sí. Antes ya lo era pero ahora, más. La muerte de Raffaella nos pilló justo en medio, haciendo la función. No es un tributo, es una revista musical, con un argumento, unos personajes y unas canciones, las de la Carrá. 

¿Le gustan los tributos, tan de moda hoy en día?

Los odio. No entiendo que alguien quiera ir a ver a otra gente cantando lo mismo que cantaba otro y nada más que eso. Para eso ya está el original. Que se miren un vídeo, que hay miles de Freddie Mercury, o se pongan un cedé. Otra cosa es lo que hizo Abba con ¡Mamma Mia!, que te explicaba una historia y utilizaba sus canciones. Nosotros no representamos a Raffaella Carrá. Utilizamos unos personajes que ella hizo populares para explicar una historia. 

¿Cómo se enfrentaron a su adiós?

Su muerte fue un shock para nosotros. En una entrevista que le hizo por televisión Jorge Javier Vázquez le preguntó si iba a ver la obra en Madrid. Ella le dijo que era una asignatura que tenía pendiente. Su muerte truncó esa posibilidad. Carrá es un mito para todos nosotros, una persona muy cercana, alguien que hemos visto en televisión, de joven y de mayor, y siempre con esa alegría.

Usted que lleva toda la vida haciendo musicales, ¿qué asignatura pendiente tiene?

Jubilarme, y espero hacerlo no muy tarde. Es muy difícil jubilarse hoy en día, y más un artista. No hemos podido cotizar como los grandes empresarios y al final nos va a quedar nada, solo para sopita y buen vino.

¿El humor tiene cabida en el espectáculo?

Sí, y en este más que en ningún otro, porque las letras de las canciones de la Carrá son divertidas, cachondas. No se cortaba un pelo en decir las cosas. Por desgracia no la conocí en persona, pero hablamos dos o tres veces por teléfono. Era muy amable, muy razonable, divertida, como sus canciones. 

¿Cómo son los personajes de la obra?

Hay dos principales, que tienen la necesidad de entregar, en una hora y media, el texto de un musical. Toda la obra estarán creando personajes y situaciones para escribir este texto, y delante de los ojos de los espectadores irá tomando cuerpo. Es una idea que viene de la película Encuentro en París, protagonizada por William Holden y Audrey Hepburn.

Para hacer bien un musical, ¿qué es lo que nunca hay que olvidar?

Que el público es el rey y señor de todo lo que se hace. Como decía Orson Welles, el teatro es una sala con butacas que hay que llenar. Y yo digo: y si encima se ríen, pues impresionante. 

Pronto le volveremos a ver por Palma, pero con otro montaje.

Sí, con Un caramull d’embulls, el 26 de diciembre también en Trui Teatre. El protagonista es Joan Carles Bestard, un actor todoterreno. En Mallorca se le tiene poco considerado pero en cuanto sale de la isla se le reconoce como un intérprete sensacional. 

Compartir el artículo

stats