Maruja Mallo personaje. Maruja Mallo artista. Maruja Mallo icono. Hay muchas Maruja Mallo en Maruja Mallo, pero todavía quedan muchas por descubrir. Es el momento de reivindicar a una mujer adelantada a su tiempo, moderna, transgresora, independiente, cosmopolita y extravagante que dilapidó las convenciones de su tiempo, y de poner en valor una creación de una extrema y reveladora riqueza dentro de las vanguardias. Al menos eso es precisamente lo que pretende 'Maruja Mallo: Catálogo razonado de óleos', publicado por la Fundación Azcona y que se ha presentado en el Museo Reina Sofía, donde se encuentra un buen número de sus obras, desde 'La verbena' (1927) a 'Viajeros del éter' (1982). 

El proyecto lo impulsa el galerista Guillermo de Osma y cuenta con la participación de otras personalidades como el historiador Juan Pérez de Ayala, Estrella de Diego, Fernando Huici, Edward J. Sullivan, Antonio Gómez Conde, sobrino de la pintora gallega, y María Escribano. Un volumen que alcanza las 457 páginas y que se erige como una obra fundamental para introducirse en la vida y la obra de Mallo (1902-1995). 

"Es nuestra Frida Kahlo, nuestra Georgia O’Keefe", se ha asegurado en la presentación, mientras en la pantalla de la sala se proyectaba la cubierta del libro, una reproducción de 'Arquitectura Humana/ El Pescador' que irradia magnetismo.

Personalidad explosiva

El objetivo era recoger todo el conocimiento sobre la artista y de enmarcar y ubicar su trabajo en la historia del arte español a través de 147 cuadros y 40 bocetos (que ahora adquieren un sentido de continuidad), así como de una documentación exhaustiva sobre su personalidad creativa. 

Como se señaló en el encuentro, Mallo podía tener una personalidad explosiva, pero sin embargo sus lienzos correspondían a una metodología rigurosa y casi matemática en los que también lograba introducir sensibilidad a la hora de capturar la armonía de la naturaleza y del ser humano. "Era una pintora que meditaba de forma racional sobre las proporciones, sobre el orden y la estructura en sus cuadros", ha explicado De Osma.

Icono 'queer'

Quienes la conocieron, como Escribano, defienden su identidad líquida. Para ella, Mallo es un icono 'queer'. En sus viajes a Norteamérica aprendió y experimentó lo que era la diversidad y lo integró a su corpus expresivo. En la Biblioteca Pública de Nueva York dejó una serie de recortes a través de los que quería ser recordada. ¿Estaba intentando configurar su propia biografía? Son todavía muchas las incógnitas que la rodean, como sus escritos, difíciles de desentrañar y repletos de palabras fracturadas.