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"Salvar el Teatre Sans es lo que cuesta el Principal una semana"

Entidades apoyan al Teatre Sans Guillem Bosch

La subvención que solicita el Teatre Sans a la conselleria de Cultura del Consell de Mallorca para garantizar su continuidad «es el equivalente a una semana de presupuesto del Principal», tal como ha destacado el vicepresidente de la asociación balear de salas y espectáculos en directo (Absedi), Marc Ferragut. Esta entidad, la de empresas productoras de artes escénicas (Illescena) y la Red de Teatros Alternativos han respaldado este martes a los miembros de Estudi Zero-Teatre Sans tras conocerse que este año les han denegado la ayuda pública por la aplicación de "un reglamento obsoleto en lugar de uno específico para cultura", tal como adelantó este periódico.

Por su parte, el representante de esta histórica sala palmesana, Pere M. Mestre, incidió en que las alrededor de "100 funciones al año" que realizan, "una decena de residencias, los cursos de artes escénicas, un estreno anual, entre 60 y 70 actuaciones en Mallorca y otra veintena fuera se caerán si los recursos no llegan», por lo que pidieron «un esfuerzo político y técnico para hacer todo lo posible con el fin de hallar una solución», añadió su socia Pepa Ramon.

El dinero demandado oscila entre los 100.000 y 150.000 euros por ayudas a la producción, a la creación y a la exhibición, aunque calculaban que recibirían «como mucho de 80.000 a 85.000 euros», necesarios para dar continuidad a los proyectos en marcha y pagar las nóminas de los 15 empleados del teatro de la calle Can Sanç. Sin embargo, no solo revertiría en la histórica sala del casco antiguo, según remarcó el vicepresidente de Absedi, ya que los beneficios son culturales y económicos para toda la sociedad. «Los puestos de trabajo, vuelos, dietas, hoteles, etc., el dinero que estos espacios generamos alrededor... Es mucho más lo que aportamos que lo que recibimos», comparó.

Gentrificación

Ramon espera que el casal en el que está ubicado el Teatre Sans «no acabe convirtiéndose en una vivienda para millonarios extranjeros», como la gentrificación que está sufriendo el centro histórico de Palma, aunque por ahora solo garantizan que continuarán con «las actividades que impliquen a terceros hasta finales de año», en palabras de Mestre.

Otra de sus socias, Lourdes Erroz, recordó emocionada que la sala «está en su mejor momento. Era una ruina hace 30 años y llegar hasta aquí ha sido posible. Es muy fácil seguir, por muy poco puede continuar y tiene sentido, porque ofrece un servicio que otros no dan. Tiene una responsabilidad, unos trabajadores, una dignidad», destacó. Y además hay dinero del Consell para una convocatoria especial, según Ramon, debido a que «les han sobrado 30.000 euros de los fondos de creación y 25.000 de los fondos covid, que se perderán si no se utilizan».

La presidenta de la asociación Illescena, Fàtima Riera, remarcó que las 25 compañías teatrales que representa, entre ellas Estudi Zero, «son un sello de calidad que las administraciones no se creen, pasean por el mundo la cultura balear [...] y luego todo el mundo se llena la boca, pero ahora es el momento de demostrar» que las apoyan realmente. Por su parte, el presidente de la Red de Teatros Alternativos, que fue fundada por el Sans y ahora cuenta con casi medio centenar de salas, reclamó a la conselleria de Cultura de la institución insular que solucione «un error que han reconocido ellos mismos» para que esta sala continúe cumpliendo «su misión, llegar donde no llega lo público», según Jacobo Pallarés.

Los componentes de Estudi Zero-Teatre Sans agradecieron el apoyo recibido por parte de las compañías, alumnos, artistas, el vecindario y todos aquellos que se han solidarizado a través de la campaña #SalvemelTeatreSans, aunque no olvidan, como afirmó Marc Ferragut, que «las industrias culturales son sobre todo frágiles. Por un pequeño soplo de viento, está a punto de desaparecer todo un proyecto de casi 40 años».

Habrá ayudas en 2022

La vicepresidenta y consellera de Cultura del Consell, Bel Busquets, ha afirmado que no será posible otorgarles ninguna subvención este año porque del 2018 al 2020 tuvieron ayudas que superaron los 200.000 euros y han excedido el límite del reglamento llamado «de minimis». «Hemos estado en contacto con ellos, entendemos su situación y tienen nuestro compromiso de que, a partir de 2022, las empresas no tendrán este sometimiento. Haremos una convocatoria donde sea posible incorporar proyectos que en 2021 no hayan sido subvencionados», es decir, tendrá algunos aspectos de carácter retroactivo, tal como explicó. Recordó que «todas las empresas que se han presentado a la convocatoria de este año han tenido las mismas reglas», por lo que «compiten en igualdad de condiciones» y no es posible un cambio a favor del Sans.

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