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Música

Maria del Mar Bonet: "Me siento próxima al jazz pero procuro no imitar a nadie"

La cantante rendirá homenaje a Bonet de San Pedro en el concierto inaugural del Jazz Voyeur Festival, el próximo 6 de noviembre

Maria del Mar Bonet y Toni Cuenca

«Lo bueno del jazz y del swing es que hacen que de mi voz salgan cosas que no conocía», ha confesado Maria del Mar Bonet durante la presentación del XIV Jazz Voyeur. El festival arrancará el 6 de noviembre con la gran dama de la canción mediterránea al frente de la Big Band Begues y concluirá el 28 del mismo mes con una leyenda del jazz, el saxofonista Charles Lloyd, quien a sus 83 años ha decidido volver al ruedo con nuevas grabaciones y una gira de lujo. El festival incluye un tercer concierto, el de la Power Up Orchestra, y cancela otros tres «por causas mayores», los de Maria Creuza, a causa del coronavirus; Madeleine Peyroux, que ha suspendido toda su gira europea, y el de Cap pela, «por problemas internos, de logística», según ha apuntado el director del Jazz Voyeur, Roberto Menéndez.

La encargada de levantar el telón del festival será Maria del Mar Bonet, que convertirá el recinto de Son Amar, un espacio en el que nunca había estado antes, hasta hoy, en un gigantesco club de jazz para rendir un sentido homenaje a otro grande del jazz, Bonet de San Pedro (1917-2002). «Durante la pandemia escuché mucha música, tenía tantas horas para mí misma... Mi sobrino me regaló un recopilatorio con todos los discos de Bonet de San Pedro y cuando puse el primero, de los años 40, oí cosas que no conocía de él. Aquello me entusiasmó, porque hasta entonces solo conocía su vertiente más comercial, nada más», ha relatado Maria del Mar Bonet.

La relación de Maria del Mar con Bonet de Sant Pere viene de lejos. «Oí hablar de Bonet en casa de mis padres, cuando de noche se iban a ver a Los 7 de Palma para bailar, y volvían entusiasmados. Mi padre era periodista y llegaba muy tarde a casa. Ambos se encontraban en Gomila o el bar Bosch, se conocían y entablaron amistad. Con 18 o 19 años, cuando aterricé en Barcelona, me hacía gracia que me preguntaran: Vostè és filla de Bonet de Sant Pere?», ha recordado entre risas, en referencia a una confusión que le acompañó durante mucho tiempo.

Siempre interesada en rodearse de músicos con los que exista una «complicidad», Bonet ha vuelto a coincidir en esta nueva aventura con Toni Cuenca, encargado de dirigir la Big Band Begues y de realizar los arreglos, «maravillosos y respetuosos con el espíritu original», de las canciones que interpretarán, las mismas con las que hace solo unos días estrenaron el Festival de Jazz de Barcelona, un repertorio en el que también tienen cabida adaptaciones de estándares americanos, clásicos de su discografía y un tributo a Guillem d’Efak.

«Tengo muchos recuerdos de actuaciones con Bonet de San Pedro», ha afirmado Cuenca, quien ha querido destacar «su personalidad, su talante, cómo tocaba la guitarra... era un tío entregadísimo y con una visión muy chula de la música».

La primera vez que la voz de Maria del Mar Bonet se cruzó con el jazz fue a finales de los 70, cuando con Quico Pi de la Serra rindió un homenaje a Billie Holiday. «Se dice que ahí empezó a festejar con el jazz pero llevándolo a su terreno», ha aclarado su mánager, Yanni Munujos, quien también ha señalado otros hitos jazzísticos en la carrera de la vocalista palmesana, como los dos discos publicados con Manel Camp. No obstante, la Bonet prefiere no hablar de jazz, porque siempre ha intentado coger las canciones y hacerlas suyas, «respetándolas», y mucho menos de «gran dama del jazz», como la ha presentado Roberto Menéndez.

«Ese vestido, el de gran dama del jazz, es una mentira. Es un vestido que me viene grande. Me siento próxima al jazz pero yo procuro no imitar a nadie. Cojo referencias, elijo canciones y me las llevo a mi terreno, a mi manera de cantar», ha explicado.

Roberto Menéndez, Maria del Mar Bonet y Toni Cuenca, en Son Amar

El homenaje a su paisano Bonet de San Pedro se estrenó el pasado día 21 en el Palau de la Música de Barcelona, con grandes momentos y con una Bonet «apegada con brillantez a cada sílaba y a cada verso, aportando nuevos acentos», según la crítica publicada por El Periódico. «El público de Mallorca será más exigente porque conoce más a Bonet de San Pedro», predice. Diseñar una gira con este repertorio será más que difícil. «Acostumbrarse a cantar con 19 personas en el escenario es muy complejo, y es un grupo muy entusiasta. No creo que se produzca el milagro de una gira», aclaró en unos tiempos en los que la música comienza a recuperarse de la bofetada pandémica. «El mundo de la música ha recibido mucho y es bonito presentar algo con lo que el público se divertirá», ha subrayado.

Otra cosa diferente es la posibilidad de grabar y publicar un disco con la Big Band Begues, un formato que nada tiene que ver con el que le ha mantenido ocupada últimamente, a dúo con el guitarrista valenciano Borja Penalba, algo así como «caminar por una cuerda floja, porque ahí no puedes disimular nada, y eso me gusta mucho».

«Cuando cantas en público un repertorio es un escalón que subes hacia una buena grabación. De momento tenemos dos recitales, no puedo decir nada más al respecto», ha añadido Bonet.

Al margen de su actuación con la big band de Begues (Barcelona), el Jazz Voyeur se presenta con otro concierto para la historia, el que ofrecerá el histórico saxofonista estadounidense Charles Lloyd, que se subirá al escenario de Son Amar, el 28 de noviembre, arropado por el pianista Gerald Clayton, el bajista Reuben Rogers y el batería Kendrick Scott. «El mundo necesita ternura. Soy un soñador, un visionario, pretendo cambiar el mundo y para ello cuento con la mejor arma: mi música», ha señalado esta leyenda viva, que ya visitó la isla hace tres lustros, con motivo del festival de jazz de sa Pobla. 

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