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El edificio Moneo de la Fundació Miró se vaciará el próximo lunes para iniciar las obras de la cubierta

El Espai Estrella, que acoge la colección permanente, se quedará desnudo la semana que viene para que el 2 de noviembre arranquen las obras de rehabilitación en el inmueble levantado por el premio Pritzker

El edificio Moneo de la Fundació Miró se vaciará el próximo lunes para iniciar las obras de la cubierta

El edificio Moneo de la Fundació Miró se vaciará el próximo lunes para iniciar las obras de la cubierta B. Ramon

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El edificio Moneo de la Fundació Miró se vaciará el próximo lunes para iniciar las obras de la cubierta M. Elena Vallés

Quedan exactamente once días para que la Fundació Miró Mallorca cuelgue el cartel «en obras». El edificio que levantó Rafael Moneo entre 1987 y 1992 se va a poner a punto con la rehabilitación de una de las partes del inmueble que más problemas ha ido dando a lo largo del tiempo: la cubierta de agua, una suerte de espejo que simula acercar el mar y el horizonte al visitante. Las filtraciones constantes de agua por el deterioro y la falta de estanqueidad de esta zona han provocado humedades en diferentes puntos del Espai Estrella, donde se acoge la exposición permanente del museo, y de todo el edificio Moneo. Unos trabajos que tienen una fecha de inicio marcada en rojo en el calendario: el próximo 2 de noviembre.

El director del museo, Francisco Copado, explica a este diario los preparativos y el via crucis que ha supuesto -con pandemia por en medio- conseguir que esta reforma sea una realidad durante su mandato como director.

«Las obras de reforma van a implicar el cierre de las salas expositivas [el Espai Cúbic seguirá operativo] y el vaciado de las mismas en aras de la conservación de las piezas y su seguridad», comenta. La tarea de descolgar los cuadros de Miró de las paredes de hormigón arrancará el próximo lunes día 25. «Es la primera vez que se vacía completamente el edificio desde que se inauguró».

Detalles del deterioro de la cubierta. | B.RAMON

En la visita a este periódico, el responsable de la Fundació muestra algunos de los daños que ha padecido el edificio. Prácticamente en la entrada, en una zona de juntas, ya se puede apreciar que la humedad ha provocado algunos desprendimientos que han dejado a la vista el forjado. «Las obras no han llegado a correr peligro, pero acometer estos trabajos era bastante urgente», apunta Copado.

La intervención principal va a realizarse en los casi 800 metros cuadrados que mide la cubierta. «En realidad, se trata de un sistema de doble cubierta, por lo que el edificio no va a quedar destapado del todo en ningún momento. La que se va a sustituir del todo es la primera, la superior. La segunda, la de abajo, se va a reparar». Entre las dos cubiertas, hay un sistema de cubos «que también podrían estar afectados, cuando se inicien los trabajos se comprobará in situ».

La intervención principal va a llevarse a cabo en los casi 800 metros cuadrados que mide la cubierta de agua

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La cubierta-espejo de Moneo lleva sin agua desde julio de 2016. «La vaciamos en base a un informe técnico de Infraestructuras del Ayuntamiento. Se hizo porque se temía por posibles daños en las obras y en el edificio», indica.

Uno de los objetivos que se marcó el director al entrar como gestor en el espacio, después de elaborar un diagnóstico completo de la Fundació, fue establecer como prioridad la rehabilitación de los edificios. «En ese mismo año, 2016, se determinó que la reparación de la cubierta debía llevarla a cabo el propio Moneo, quien se ha implicado con su equipo en la redacción del proyecto que ahora ejecutamos».

La dirección de obra recae en los técnicos de Infraestructuras del Ayuntamiento de Palma. En concreto, Toni Sbert, Eva Borràs y Miquel Moll. El concurso público de licitación de las obras recayó en la empresa de Pollença VIP Property Integral Services.

Un ‘via crucis’ de cinco años

Para el director del museo, todo el proceso ha sido una suerte de via crucis (que se ha prolongado durante cinco años) por diversos contratiempos que han ido retrasando la ejecución. «Entre 2016 y 2017 se produjo un debate en la Fundació sobre si debía mantenerse esta cubierta de agua o no por temas de sostenibilidad, conservación o mantenimiento. Surgió la posibilidad de instalar un jardín japonés, pero finalmente se decidió mantenerla. En 2017, Moneo aceptó el encargo de hacer el proyecto de rehabilitación. Al año siguiente, se presentó el proyecto básico de ejecución del edificio y se aceptó», cuenta el director.

Cuando parecía que todo iba sobre ruedas, la sorpresa llegó en abril de 2019, con la licitación del proyecto. «¡El concurso público quedó desierto! Entonces se tuvo que crear una comisión técnica para analizar por qué había pasado eso y para tratar de resolver los posibles problemas», señala.

El forjado del techo en el Espai Estrella empieza a quedar al descubierto por la humedad. | B.RAMON

Entonces, hubo de encargarse un nuevo proyecto que incluyera las observaciones de dicha comisión. «En diciembre de 2019 se aprobó el nuevo proyecto con las nuevas soluciones», subraya Copado. Uno de los motivos por que el concurso quedó desierto fue la oferta económica. El presupuesto del primer proyecto, bajo para las empresas, ascendía a 246.000 euros. El del segundo casi se duplica, alcanzando los 430.000.

«Cuando fuimos a licitarlo, irrumpió la pandemia y se produjo un parón. Finalmente, en agosto de 2020 se publicó en la plataforma de contratación la licitación del concurso y el 27 de diciembre se adjudicaron las obras», comenta.

La licitación del estudio previo a la rehabilitación de Son Boter se retrasa porque uno de los licitadores ha recurrido

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Este último año se lo han engullido varios trámites burocráticos. «Por una parte, faltaba el nombramiento de los técnicos del Ayuntamiento como directores de la obra, algo que no era tan sencillo porque nosotros somos una fundación. Y por otra parte, para la licencia de obras nos encontramos con otra sorpresa. Al ser fundación, el proyecto de Moneo debía contar con el visado del Colegio de Arquitectos. No conseguimos este trámite hasta abril de 2021. La licencia de obras nos fue concedida en julio», apunta. Luego se ha tenido que cuadrar la agenda de la empresa con la de la Fundació.

60 días de ejecución

La ejecución de la reforma tiene un plazo estimado de 60 días. «Acabarán este año las obras, pero vamos a aprovechar para renovar todo el sistema de cableado y las cámaras de vigilancia. Es un buen momento para hacerlo ya que estamos de obras y también porque son los meses del año con menor afluencia en la Fundació. Por todo ello, entre todas las mejoras, pensamos que en Semana Santa podremos reabrir el edificio Moneo con una nueva lectura de la colección», calcula el director. Una muestra que llevará por título El Miró de Son Boter.

En cuanto a la financiación, el proyecto cuenta con una ayuda de 177.000 euros del Consorci Borsa d’Allotjaments Turístics, que está bajo el paraguas de la conselleria de Model Econòmic. El resto será financiado por el Ayuntamiento de Palma y, si falta algo, se podrá disponer de los fondos fundaciones del museo, «pero ésta será la última opción».

Francisco Copado, esta semana, en la Fundació Miró Mallorca. | B.RAMON

Durante este periodo de obras, la Fundació no cerrará sus puertas en ningún momento. «El departamento de Colecciones y el de Educación emplazarán esculturas de Miró en espacios abiertos para poder trabajar con los alumnos de los colegios. Las visitas de éstos no se van a interrumpir en ningún momento».

A Copado le gustaría ver también terminada la rehabilitación de Son Boter cuando termine su mandato (tiene contrato hasta febrero de 2023). «Se ha licitado el concurso para hacer el estudio previo a la rehabilitación del taller, lo que sucede es que aún está pendiente de la resolución definitiva porque en julio pasado uno de los licitadores que se presentó interpuso un recurso».

Entrada reducida y micromecenazgo De 9 euros pasará a costar 5,50

Entrada reducida

A causa de las obras y de que el Espai Estrella no podrá visitarse, la Fundació Miró Mallorca ha decidido rebajar el precio de la entrada. De 9 euros, pasará a pagarse una tarifa de 5,50. «Con ese ticket se podrá visitar Son Boter, el taller Sert, el jardín de esculturas y el Espai Cúbic», enumera el director del centro. También se pondrá en marcha una campaña de micromecenazgo para las obras. «Se informará al visitante de la reforma y se le preguntará si quiere colaborar pagando los 9 euros», comenta.

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