Diario de Mallorca

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Gerónimo Rauch Cantante

«Me gusta repartir iniciativas, desafíos, me aburro haciendo lo mismo»

«Lo que se presenta en el West End de Londres es una garantía de calidad, pero no necesariamente de éxito internacional»

El cantante Gerónimo Rauch.

El cantante argentino. Interviene en el concierto de la Orquestra Simfònica de Balears de mañana, que se celebra en el Trui Teatre, como solista vocal de un programa formado por fragmentos de musicales de Broadway

Protagonizó la adaptación musical de El Médico. ¿Cuál es la salud actual del teatro musical?

Está saliendo de una época de terapias intensivas. Pero ahora, de nuevo, parece que se apuesta por ello y por la cultura en general. Yo mismo estoy en el equipo creativo de la nueva producción de El Médico, que saldrá de gira pronto. No actúo, pero aporto mi experiencia.

Ganó en su país el reality show Popstars de jóvenes talentos. ¿Es necesario ir a ese tipo de concursos para darse a conocer?

Es una herramienta más, deben tomarse como un trabajo. Hoy no me plantearía participar, pero hay que reconocer que ganarlos te sitúa en el prime time. Lo importante es apostar.

Protagonizó Jesucristo Superstar y El Fantasma de la ópera, entre otros musicales de Lloyd Weber. ¿Qué tiene ese compositor, que residió en Mallorca, que seduce tanto al público?

Lloyd Weber es un gran melodista, eso lo primero. Pero además es un gran compositor que adorna esas melodías con música muy bien construida. Por otra parte, siempre dispone de unos buenos guiones que, en su caso, nunca están contados por el protagonista. Cosa curiosa.

También asumió el rol de Jean Valjean en el West End de Londres. ¿Lo que allí triunfa, será éxito en todo el mundo?

No siempre. Digamos que lo que se presenta allí es una garantía de calidad, pero no necesariamente de éxito internacional, pues depende del tema, las historias a veces no funcionan en otras culturas. Le pongo el ejemplo de Witched, una comedia musical sobre el Mago de Oz, no sé si funcionaría aquí, pues tenemos otros referentes.

¿Tendrían éxito hoy las producciones de los musicales de Gershwin y Cole Porter de hace cien años?

No. Lamentablemente no. Habría que actualizarlos, pues vivimos otra época, la de lo instantáneo y los efectos especiales. El público espera sorpresa, fuegos artificiales sobre el escenario. Me gustaría apostar por hacer alguno de los grandes títulos de aquella época, pero sé que sería una producción minoritaria, de culto, solamente apta para gente que conozca y ame esa música.

Ha grabado música pop. ¿Tiene miedo a encasillarse en el musical?

No, para nada. No soy una sola persona y por tanto soy artísticamente diverso. Me gusta repartir iniciativas, desafíos. Me aburro haciendo siempre lo mismo.

De hecho empezó versionando a Queen.

Sí, con un grupo a capela. Piense que a mis 43 años he hecho mucha variedad de estilos y quiero seguir haciéndolos.

¿Qué debe tener un cantante pop para ser bueno en la forma de teatro musical?

Sobre todo, ser buen intérprete, decir bien el texto y acomodarse al estilo.

¿Cuál es el rol que la ha costado más asumir?

Jean Valgean ha sido el más exigente, pero me costó mucho Mary Sunshine de Chicago.

Hermano de actriz y de otro actor de musical, ¿cómo era el ambiente familiar que les ha llevado a triunfar en esos campos?

No éramos los que siempre actuábamos en fiestas y cumpleaños, éramos más bien tímidos. Pero en común hemos tenido el arte como manera de expresarnos. Y no nos ha ido nada mal.

Ha actuado en el Teatro Colón de Buenos Aires y en La Zarzuela de Madrid, normalmente reservados a ópera y zarzuela. ¿Qué opina de la obertura de esos grandes espacios a la música moderna?

Que es una maravilla. Los proyectos que se hacen en estos teatros abren la música a los jóvenes, aumentan el público y además generan trabajo para colegas.

¿Cree que hay alguna relación entre los aficionados al musical y los aficionados a la ópera?

Sí, en cierta medida. Cada vez convivimos mejor. Al principio los musicales no convencían a los puristas de la ópera, pero ahora los montajes de las óperas se parecen cada vez más al musical.

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