Las kellys o camareras de piso llevan años reivindicando derechos y condiciones laborales dignas, pero en muchas ocasiones sus quejas caen en saco roto. La artista Laura Marte presenta esta semana la exposición Exposades però invisibles. Afectes i aliances entorn a l'art en el Casal Solleric en el marco de la Nit de l’Art.

Marte explica que esta exposición es el trabajo de tres años junto a la asociación Unión kellys Baleares, formado por las camareras de piso de las islas: «Mi primera incursión fue a través de una actividad que se llamaba Arxiu Kellys en la que hice un concurso de fotografías solo para este colectivo. Más tarde estuvimos de residentes en el Teatre Principal junto a Rafel Gallego».

Este trabajo efectúa una relación entre la visibilización del colectivo y la demostración de los problemas surgidos de sus trabajos. «Son mujeres que tienen un doble estereotipo: el de ser mujeres y el de la precariedad en la industria hotelera. Su trabajo es fundamental para que el turismo siga funcionando, pero siempre nos olvidamos de ellas cuando hablamos de los temas importantes», cuenta la artista. Una de las obras principales reúne dos audios en los que las kellys leen los prospectos de las medicinas que toman: «Tienen que sobremedicarse porque muchas de sus enfermedades no están reconocidas como enfermedades profesionales. Los camareros de sala, por ejemplo, sí que tienen reconocidas las varices, pero ellas no». Cuenta que han invitado a las kellys de Benidorm y Barcelona para que visiten la exposición ya que estas últimas son «un ejemplo» porque han creado, a través de un crowdfunding, una plataforma de reservas para hoteles que cumplan con unas condiciones dignas: «Queremos que se visibilice a la mujer en el espacio público».

Confiesa que, al proponerles esta colaboración, las trabajadoras se mostraron un tanto reticentes porque no entendían qué podían aportar al proyecto artístico. A medida que iban avanzando en el proyecto se daba cuenta de que les costaba coger confianza porque muchas tenían miedo de que les pudiera repercutir en sus trabajos en forma de despidos o empeoramiento de las condiciones: «Es un trabajo muy precario y poco reivindicado».