Cuando se cumplen cuarenta años de la llegada del Guernica a España, dos de las azafatas del avión de Iberia en el que fue trasladado en secreto, cuentan su experiencia: “Hubo una gran ovación, aplausos y alegría”.

El 'Guernica' aterrizó en Madrid el 10 de septiembre de 1981 -hace hoy cuarenta años- en la bodega de un vuelo comercial de Iberia, el jumbo 'Lope de Vega'. Venía de Nueva York y a bordo viajaban más de trescientos pasajeros, la mayoría turistas.

Según un comunicado de la compañía Iberia, cuando pisaron suelo español, el comandante del avión, Juan López Durán, informó a los pasajeros por megafonía con el siguiente mensaje: “Señoras y señores, bienvenidos a Madrid. Tengo que decirles que han venido acompañando al Guernica de Picasso en su regreso a España”.

“Cuando llegamos a tierra el comandante anunció que llevábamos el 'Guernica' con nosotros, fue una gran ovación de todo el pasaje, hubo muchos aplausos y alegría”, explica Beatriz Ganuza, una de las azafatas de Iberia que viajaba en el avión.

En la pista, esperan un amplio dispositivo de seguridad, pero también autoridades y prensa. “Cuando se abrió la puerta, fue un acontecimiento ver tanta gente y darnos cuenta de la magnitud del evento”, añade la azafata, ya jubilada, en el comunicado.

Otra tripulante, Isabel Almazán, relata lo “afortunada” que se sintió cuando vio por primera vez el 'Guernica' en Nueva York, en el MoMA, pero “más emocionada todavía”, cuando se enteró de que en su vuelo habían llevado a España la obra maestra de Picasso.

“Cuando abrimos las puertas y había tanta gente, en ese momento fui consciente del gran acontecimiento que habíamos vivido”, explica. Cada vez que ve el cuadro siente que ella ayudó con “un granito de arena” a traer el cuadro a España.

Grito antibelicista

La obra de Picasso, considerada el grito antibelicista más emblemático de la historia, fue pintado en 1937 como un encargo del gobierno de la II República para el pabellón español de la Exposición Internacional de París.

El cuadro, considerada la obra maestra del malagueño, está inspirado en el bombardeo del pueblo de Guernica durante la Guerra Civil española a manos de tropas alemanas e italianas y con la connivencia de las tropas franquistas.

Tras ser expuesto en París, el lienzo y una serie de dibujos que lo acompañan iniciaron una gira por distintas capitales europeas para atraer la atención hacia la causa republicana hasta recalar en Nueva York, donde el pintor decidió que se quedara hasta que España recuperara "las libertades democráticas".

Más de cuatro décadas después y tras años de negociaciones con la familia y el museo, el Gobierno español consiguió su vuelta en una operación denominada “Cuadro Grande”. A su llegada a España se instaló en el Casón del Buen Retiro, para más tarde instalarse en el recién creado Museo Reina Sofía, donde permanece hasta ahora. El Museo Reina Sofía ha organizado hoy una jornada de puertas abiertas con motivo del aniversario.