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Mocedades: «En América nos llaman para giras de 15 días que al final se convierten en tres meses»

El grupo actúa este sábado en el Trui junto a la Banda Sinfónica Santa Cecilia de Son Rapinya

Mocedades, durante un concierto en territorio americano.

La historia de Mocedades, que empezó a finales de los años sesenta en Bilbao, sigue dando páginas y más páginas, algunas de gloria, sobre todo en Latinoamérica, donde cuentan con una legión de auténticos fans. «Esto es un sueño que nunca soñamos», reconoce, parafraseando al compositor mexicano José María Napoleón, uno de los cinco integrantes de esta histórica formación, José Miguel González.

Mocedades actúa este fin de semana en Palma. La formación estará liderada por la única fundadora que continúa consecutivamente desde 1969, Izaskun Uranga. «Siempre dice Izaskun que en los orígenes, cuando los hermanos cantaban en casa, de manera natural, no pensaron nunca que algo tan natural lograría ser tan importante y tendría tanta trascendencia», confiesa González, que entró en el grupo hace ahora siete años, en 2014.

La cita es el sábado, en el Trui Teatre, a partir de las 20.30 horas. El quinteto, que completan Rosa Rodríguez, Toni Menguiano y José María Santamaría, se reencontrará con el público mallorquín tres años después de su última visita a la isla. «Repetiremos con la Banda Sinfónica Santa Cecilia de Son Rapinya, recuperaremos temas que hacía tiempo no cantábamos e interpretaremos canciones de nuestros últimos discos, de Por amor a México o de Mocedades canta a Juan Luis Guerra», adelanta.

El formato sinfónico lo manejan desde hace cinco años y no ha dejado de darles alegrías, sobre todo en territorio americano, desde la Patagonia a Nueva York. «Sería de desagradecidos si te dijera que no nos sentimos queridos. En los últimos diez años hemos vivido más en América que en España. Contamos con muchos seguidores en países como Paraguay, Chile o Costa Rica. Nos llamaban para giras de 15 días y al final se convertían en giras de tres meses», afirma.

«Cantar con la grandiosidad que brinda una orquesta o una banda sinfónica es un verdadero placer», asegura González. «En nuestra última visita a Mallorca ya actuamos con la banda de Son Rapinya y se produjo tal magia que dijimos: hay que repetir», añade.

La carrera de Mocedades va ligada al nombre de Juan Carlos Calderón. Después de hacer pequeñas actuaciones por localidades de su provincia, Vizcaya, el grupo decidió, en sus inicios, enviar una maqueta con diversos temas a distintos productores de Madrid. Ahí apareció Calderón, que ejercería de productor durante once fructíferos años. El histórico compositor, productor y arreglista falleció hace diez años, pero Mocedades continúa ligado, de un modo u otro, al hombre que les «descubrió» y supo encarrilarles hacia el estrellato. «Llevamos dos años trabajando en un disco que pronto verá la luz y que ha significado nuestro reencuentro con un Calderón, Jacobo, hijo de Juan Carlos. Es el reencuentro con el origen pero modernizándolo», avanza.

Tras el éxito obtenido con su primer hit, Pange lingua, en 1969, llegó Eres tú, otra de sus canciones más recordadas, con la que representaron a España en Eurovisión, en 1973, y donde quedaron en segunda posición. «Yo no soy muy seguidor del festival. Cuando algo deja de ilusionar hay que hacer autocrítica. No me corresponde a mí decir qué es lo que hay que cambiar de Eurovisión, eso tendrían que hacerlo las cabezas pensantes del festival, pero a mí no me han gustado algunas de las canciones que les han dado a los artistas españoles en los últimos años, como la que le dieron a Daniel Diges», comenta González.

«Lo que te mantiene sobre un escenario es que la gente no te deja y te demuestra su cariño. Si nos siguen aplaudiendo, ¿por qué lo íbamos a dejar?», aclaran los Mocedades, que a pesar de los malos tiempos para la música, no piensan en absoluto en la jubilación. «Hay colas en el aeropuerto, en los supermercados, en las oficinas de correos, por todos lados, pero parece un delito ir a un teatro. Las colas también se producen en las oficinas de empleo, porque el sector artístico padece como pocos», lamenta.

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