El prestigioso autor del plan maestro para reconstruir la zona cero de Nueva York tras los atentados del 11-S, que cumplen dos décadas la próxima semana, ha viajado a Mallorca para dar una charla y entregar un premio a la artista Alba Suau. El escenario ha sido el Studio Weil, en el puerto de Andratx, proyectado por Libeskind.
¿Cómo ve su obra en Mallorca casi 20 años después?
El edificio está tan joven como la primera vez. Del trabajo que hice con Barbara Weil surgió una relación muy inspiradora entre la arquitectura y las artes plásticas con una obra muy fresca que no tiene edad, aunque haya pasado el tiempo, y eso es fantástico.
¿Esa es la clave de una buena arquitectura?
Exactamente. Creo que si un trabajo está bien hecho, de modo sostenible, donde la luz, la forma, el espacio y el significado siguen en armonía, sin envejecer, es un buen lugar que invita a la gente a disfrutarlo, y aquí se está viendo. El edificio está vivo gracias a la oferta musical, charlas y eventos como los de estos días.
Se inspiró en Ramon Llull para crear una arquitectura tan singular. ¿Es básico conocer el entorno del proyecto?
Por supuesto. La filosofía de Llull de los círculos concéntricos es parte del edificio, pero también me influyó el terreno en el que está construido, la luz de la isla y otros aspectos. Sin embargo, al idear el estudio de una artista, lo primero que pensé es que tenía que ser un espacio para meditar, disfrutar, desarrollar su trabajo y exponerlo. Y ahora está abierto a diferentes programas culturales, algo maravilloso.
¿Ve bien que la arquitectura cambie su función originaria?
Debe adaptarse a los diversos tiempos históricos en los que se encuentra y creo que este edificio es muy flexible en sus usos.
Trabajó en el Studio Weil al mismo tiempo que en el plan maestro para reconstruir la zona cero de Nueva York. ¿Mallorca fue el contrapunto?
Sí, y lo continúa siendo. Para empezar, terminé este edificio hace mucho y el proyecto de la zona cero aún no ha concluido. Ahora se está construyendo el centro de artes escénicas. Tuve una gran suerte de poder trabajar aquí, en un proyecto pequeño y precioso, frente a la inmensidad del de Nueva York. El contraste fue enorme, aunque hacer algo pequeño es tan importante como algo grande. La escala no cambia en la mente humana. El trabajo creativo es el mismo, bien sea una pequeña pintura o crear la plaza de San Marcos, ya que ambos son arte en el mismo sentido.
El próximo 11-S se cumplen dos décadas de los atentados y el terrorismo sigue golpeando. ¿Hay solución?
La democracia es la respuesta al terrorismo, no más terror, y lo que la democracia puede otorgar a las personas, como una vida mejor expandiendo el bienestar y la cultura. Esa es la respuesta al terrorismo y la deben ofrecer los políticos. Los arquitectos tienen la responsabilidad de construir buenos edificios, como pueden ser escuelas, hospitales, museos y viviendas, es decir, lugares para el bienestar de la gente, sobre todo espacios públicos, que los gobernantes deben impulsar. Eso es lo que realmente se necesita en este tiempo tan complicado.
¿Como su proyecto de pisos para personas mayores a precios asequibles en Brooklyn?
Exactamente. Convocaron un concurso público destinado a dos proyectos en Nueva York y gané. Quiero demostrar que se puede construir vivienda pública con un presupuesto muy bajo y que sea de calidad, sostenible y bonita, donde la gente desee vivir. A mí también me gustaría residir ahí. Ahora lo estamos construyendo, pero hacen falta más proyectos como estos y es lo que hay que exigir a los políticos, una buena ciudad para todo el mundo, una buena casa donde vivir y que puedas pagarla, no un lugar para ricos y otro para pobres.
Su Museo Judío de Berlín es un símbolo de reconciliación. ¿Lo concibió así?
Fue construido para contar la historia de los judíos en Berlín y Alemania y tratar de entender el terrible pasado, aunque también para ver el futuro. No solo es una especie de libro de la memoria, porque la arquitectura también sirve para dirigir las dificultades, las catástrofes y los traumas con el objetivo de ir hacia adelante a lo largo de la vida.
El puerto de Andratx, donde está el Studio Weil, es el ejemplo del desarrollismo constructivo en la isla. ¿Se puede revertir?
En arquitectura está la palabra edificio y la palabra arquitectura. Todo lo que está construido no significa que sea arquitectura y Mallorca necesitaría más de esto último, una buena arquitectura, y muchas menos construcciones. Otra vez depende de los políticos. Ahora la isla es conocida por ser un lugar turístico, donde la gente se divierte, pero también tiene que atraer por su cultura, que es impresionante, y la arquitectura singular forma parte de ella.
