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Entrevista
Joan Castells (Petit) Cantautor

«Ser músico se ha convertido en un oficio de riesgo»

El cantante cumple 15 años en la música y lo celebrará con un concierto en el Castell de Bellver este jueves a las 20.30 horas

El cantautor Joan Castells, Petit, ayer en este diario. | ALEJANDRA MATEO FANO

Petit, alter ego artístico de Joan Castells, tocará este jueves a las 20.30 horas en el Patio de Armas del Castell de Bellver con un repertorio que recorre su trayectoria como cantautor con motivo de sus 15 años en el mundo de la música. Será un concierto íntimo en el que el cantante mallorquín actuará en solitario acompañado únicamente de su guitarra y con escasa amplificación. Así, Castells llevará sus canciones a la más pura esencia, « para que se aguanten solas, sin artificios». El artista reflexiona sobre el paso del tiempo y los aprendizajes a lo largo de estos tres lustros.

¿Hay alguna barrera entre Petit y Joan Castells o es el mismo personaje?

Yo intento separarlos pero soy consciente de que Petit es una extensión de mí. Para mí, Petit es una forma de expresar mis emociones y mi espiritualidad e intentar a la vez dar algo al público que pueda servir de apoyo en los momentos de emotividad y de búsqueda de paz. Los músicos tenemos una labor social muy grande porque tenemos que acompañar a las personas en sus tránsitos mediante las letras. Los cantautores somos los cirujanos de las emociones porque podemos tocar esos puntos de emoción que las personas necesitan.

Los temas de su último disco, de 2018, The eternity and the mirror, desprenden una sensación de paz absoluta. Hoy, tres años después, ¿se sigue sintiendo así?

Todo procede del último parón creativo que hice después de sacar el disco. Cuando acabas un disco acabas agotado, es como dar a luz a algo y necesitas parar para saber quién eres. Había tenido una pequeña crisis porque no sabía si sería capaz de volver a generar belleza y quería expresarme con total sinceridad y honestidad. En el disco pretendía ponerme un espejo a mí mismo, me di cuenta de que las personas tenemos que aceptar nuestras luces y nuestras sombras. A partir de la grabación me he ido sintiendo mucho más libre para expresar todo y al mostrarlo aporto belleza. Para mí, hacer música es ir subiendo escalones, y cada escalón asume el anterior.

¿Qué ha cambiado en su forma de crear música, desde 2018 hasta hoy?

El entorno ha marcado mucho los cambios a la hora de producir canciones. Hace un tiempo hacer música permitía recuperar la inversión de hacer discos. Ahora escuchas una canción y otra, se nos obliga a lanzar obras sueltas donde la prioridad es el videoclip. Ya no escuchamos, necesitamos ver. Ahora ser músico en España se ha convertido en un oficio de riesgo.

"Los cantautores somos los cirujanos de las emociones al tocar puntos que se necesitan"

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¿Expresaría lo mismo ahora si sacase otro CD o aflorarían otro tipo de sentimientos?

No, porque aunque sea el mismo cauce, las personas nunca somos iguales. La esencia en mi caso es la misma pero cada vez enseño una parte distinta de mí. Mercé Rodoreda en Mirall trencat dice que todos somos partes de ese espejo roto y para mí que todas canciones suenen igual me resulta tedioso, por eso me gusta aportar recorrido.

¿Se está volviendo más individualista por convencimiento?

Petit ha tomado un camino natural hacia mi gran vocación en la vida: la fusión con otras personas, la unión de todos en un equipo. No obstante, el mundo es muy individualista y entiende que las iniciativas son de cada persona. No creo que me haya vuelto más individualista sino más consciente de quién soy y sigo creyendo que dos más dos no son cuatro sino muchísimo más.

¿Algún arrepentimiento respecto al pasado?

No cambiaría nada porque creo que el camino de la vida es a veces muy misterioso y tiene que serlo y todos los caminos tienen que empezar con un primer paso. El exceso de planificación nunca es bueno, hay que aventurarse a hacer las cosas en lugar de esperar aprender a hacerlas. Y si nos equivocamos, bendito sea el error.

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