El presidente del GOB, Amadeu Corbera (Bunyola, 1985), no podría vivir sin la música. Siempre vigilante ante las barbaridades que afectan al territorio y a nuestra tierra, la musicología, su gran pasión, le sirve de refugio contra las agresiones al medio ambiente, que no son pocas a este lado del Mediterráneo.
Para soñar:
There Will Never Be Another You, del trompetista y cantante Chet Baker, es una canción que contiene «un millón de sueños» y que le sirve para evadirse.
Para relajarse:
Vinc d’un poble, de la cantautora Judit Neddermann, es un canto a los sentidos, a nuestro mar, «allà on puc respirar», a «la nostra festa», Sant Joan, «a l’alegria».
Para la deconstrucción:
Tornar a la terra, en la que Da Souza recuerda que «una vegada i una altra vegada, no sabem si anam endavant o enrera i, rient, deim, què té més».
Para conducir:
Come and Get Your love, de Redbone. Un tema alegre para enfrentarse a un ejercicio que conduce a la histeria, el del volante.
Para aparcar:
Si te vas..., de Extremoduro. Si conducir en Mallorca es sinónimo de infierno, no te digo ya aparcar. Quizá con el Robe uno sí encontraría sitio enseguida.